La Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2015 (ENVIPE), como las anteriores, ofrece información acerca del nivel de victimización y delincuencia. Primero, se pregunta sobre qué tanto se denuncia el delito, las características de las víctimas, los tipos de transgresiones cometidas y los daños causados. Luego, aborda temas como: percepción de la inseguridad, desempeño de las instituciones para contrarrestar las violaciones a la ley, caracterización de las infracciones infligidas en los hogares, entre otros.
En el caso de la ENVIPE 2015, se captaron los delitos que ocurrieron durante el año 2014 y afectaron de manera directa a las víctimas. Fueron personas de 18 años y más quienes participaron en esta encuesta.
Se estima que el año pasado, a nivel nacional, hubo 22.8 millones de víctimas de 18 años y más, lo cual representa una tasa de 28,200 víctimas por cada cien mil habitantes, o bien, 28.2 por ciento. Prácticamente, tres de cada diez mexicanos mayores de edad sufrieron un delito durante 2014.
En Aguascalientes, en el mismo periodo, la ENVIPE estima que hubo 276 mil víctimas de 18 años y más, con una tasa de 33,376 víctimas por cada cien mil habitantes; es decir, el estado superó la marca nacional, pues uno de cada tres ciudadanos mayores de 18 años fue víctima de algún delito.
Lo sorprendente de esto es que en la entidad solo 43.2 por ciento de los entrevistados afirmaron sentirse inseguros entre marzo y abril de este año (en contraste, 73.2 por ciento de los mexicanos en general se sintió inseguro), cuando sus resultados son superiores a los del promedio nacional en materias como hogares con al menos una víctima del delito y tasa de prevalencia–victimización entre la población de 18 años y más. Probablemente, esto se deba a que no se presentaron muchos delitos de alto impacto, como homicidios y portación de armas, los cuales incrementan mucho la percepción.
Por su parte, la autoridad no se da cuenta del número de crímenes reales y puede decir, eventualmente, que la inseguridad está a la baja; pero lo que sucede es que no toma en cuenta los delitos no denunciados, 92 por ciento de ellos. Así pues, de los 276 mil crímenes reportados en Aguascalientes por esta encuesta, la autoridad si acaso tuvo conocimiento de 20 mil.
ENVIPE destaca que los principales motivos de la no denuncia son circunstancias atribuibles a la autoridad como: considerar la denuncia como una pérdida de tiempo, con 32.2 por ciento, y la desconfianza en la autoridad, con 16.8 por ciento.
De hecho, la confianza de los ciudadanos en las instituciones que velan por la seguridad es mínima y menor en la medida en que les es más próxima. Lo mismo sucede con los organismos encargados de la procuración de justicia.
• Policía municipal (36% dijo confiar)
• Policía estatal (42%)
• Policía federal (56%)
• Ministerio público (41%)
• Jueces (46%)
• Procuraduría General de la República (49%)
Otros datos
La tasa de víctimas es uno de los principales indicadores que se genera con las encuestas de victimización y se conoce también como Prevalencia Delictiva. Para Aguascalientes, ésta subió de 26 mil 774 víctimas por cada 100 mil habitantes a 33 mil 376, es decir, aumentó 24.6 por ciento. Después de la de Tamaulipas, es la tasa más alta del país.
La cifra negra (nivel de delitos no denunciados o que no derivaron en una averiguación previa) fue muy semejante en el ámbito nacional y estatal durante 2014, 92 por ciento; mientras que en 2013 fue de 93 por ciento.
El costo nacional estimado a consecuencia de la inseguridad y el delito en 2014, asciende a 226.7 mil millones de pesos; el equivalente a 1.27 por ciento del PIB. Tanto a nivel nacional como en Aguascalientes, los delitos más cometidos son el robo y las extorsiones.
En México, el espacio donde la población mayor de edad se siente más insegura, con 81.3%, es los cajeros automáticos ubicados en la vía pública. Y la primera conducta delictiva o antisocial más ideantificada en los alrededores de las viviendas es el consumo de alcohol en la calle (64.5 por ciento).
Durante el 2014, las actividades cotidianas que la población de 18 años y más dejó de hacer debido a la inseguridad fueron permitir que sus hijos menores de edad salieran de casa y usar joyas, con 67.9 por ciento y 64.8 por ciento, respectivamente.