Icono del sitio Líder Empresarial

La economía que nos dejó: Así fue el desarrollo de Aguascalientes en el siglo XX

Por Eugenio Herrera Nuño y Osvaldo González

Para entender el desarrollo económico de Aguascalientes en la era actual es necesario conocer de dónde viene. En noviembre, un mes digno para recordar aquello que nos dejó con el paso del tiempo, hacemos un análisis sobre los indicadores que hicieron del estado una potencia económica a nivel nacional y un digno representante a nivel internacional.

Para iniciar esta exploración hay que remontarnos a finales del siglo XIX, cuando el crecimiento industrial despegó con la llegada del sector ferrocarrilero en 1889; un hito que trajo consigo el impulso de otras actividades económicas como el comercio, la minería y la industria manufacturera con los importantes talleres de reparación y mantenimiento del ferrocarril central.

Para inicios del siglo XX, el sector minero fue el que cobró un mayor protagonismo con la empresa de fundición Asarco, la cual generó una fuerte derrama salarial en los años veinte, hasta su traslado a San Luis Potosí, provocada por el cierre de la Gran Fundición Central Mexicana que redujo considerablemente la producción minera de municipios como Asientos y Tepezalá.

Ya en los años treinta, la industria alimentaria fue la que asumió una mayor participación en el estado a través de la empresa La Perla, procesadora de productos de maíz. Adicionalmente, se instala una de las actividades más importantes que detonaría aún más el potencial del campo hidrocálido: la vitivinicultura.

El inicio de un auge económico

Con el potencial de las actividades primarias, Aguascalientes comenzó a diversificar su economía a inicios de los cuarenta a través de la industria textil, sector que se posicionó como la actividad económica más importante en la entidad hasta mediados de los setenta.

Para esta época, la participación del campo y la industria en el PIB estatal eran bastante similares, con 18.5% y 19.6% respectivamente, según datos del INEGI. No obstante, los últimos treinta años del siglo cambiaron drásticamente la balanza, pues la participación de la industria pasó a 32%, mientras que las actividades primarias decrecieron su participación a 4% en el mismo periodo.

El detonamiento de la industria podría dividirse en tres periodos:

El primero, de 1945 a 1964, corresponde a las empresas dedicadas a la producción de alimentos y bebidas, las cuales se correlacionan con la actividad agrícola y dan el nacimiento al sector agroindustrial. Si dividiéramos el desarrollo industrial actual en porcentajes, este ciclo representaría alrededor de 22.9%.

El segundo periodo comprende los años de 1970 a 1978, cuando las empresas del sector textil tomaron la batuta y despuntaron el desarrollo industrial 20% más.

El tercero se sitúa entre 1981 y 1992, cuando se instalaron empresas dedicadas a la industria química, metal-mecánicas y metálicas básicas, actividades productivas que denotan una transición en la industria local y contribuyeron a un desarrollo acumulado de 57.1%. En este ciclo fue cuando llegó Nissan, que oficialmente inició operaciones en el estado durante el año 1982.

Industria automotriz: Parteaguas del Aguascalientes contemporáneo

Con la llegada de la industria autopartista, Aguascalientes vivió una transformación completa en su estructura económica. Antes de la instalación de Nissan Mexicana, en 1980, la economía de Aguascalientes estaba distribuida con 62.7% en sector terciario, 24.2% en el sector secundario y 13.1% en el sector primario.

Apenas cinco años después y tras la llegada del gigante nipón, las actividades secundarias crecieron casi 10 puntos porcentuales, con una participación de 33%. Según el INEGI (2016), la participación de las actividades industriales a la fecha representa 44.3%, cifra cada vez más cercana a las actividades terciarias, que actualmente tienen una incidencia de 52% en el PIB estatal.

En este sentido, la entidad se sitúa como lugar cinco a nivel nacional en la contribución de las actividades secundarias al PIB de alguna entidad federativa, muy por encima de la media nacional, que equivale a 32.5%.

Hasta 2018, la producción de maquinaria y equipo de transporte, cómputo, accesorios, electrónicos, entre otros dispositivos representa un valor de 45,696 millones de pesos (mdp) para Aguascalientes, de acuerdo con el INEGI.

Asimismo, según un estudio realizado por Nissan Mexicana en 2018 -única empresa tractora del mercado automotriz en Aguascalientes- su alcance en materia de empleos representa alrededor de 46 mil personas en la entidad (entre proveedores directos y los trabajadores internos).

El reto, en la época actual, es seguir equilibrando la balanza económica del estado, ya que si algo ha evidenciado la historia es que un sector puede perder fortaleza en menos de una década. La caída del sector primario a lo largo de la historia es, sin duda, un área de oportunidad en la economía local, puesto que es evidente que con la pandemia este mercado es inherente a cualquier tipo de crisis.

Salir de la versión móvil