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La cultura empresarial, factor clave de rentabilidad

María José Valdez Martínez

Co-fundadora 02X y Venture Studio Mexico

 

Todas las empresas tienen una cultura determinada, la cual se conforma de normas, creencias, rituales, códigos, valores, entre otros aspectos. Esta es parte de la identidad organizacional y, por consiguiente, influye en la actitud de los colaboradores. Dentro de ella es relevante el papel del CEO, quien debe actuar inteligentemente para crear un ambiente laboral sano, construido mediante una correcta comunicación entre altos y bajos mandos. Y es que el desempeño de un líder determina cerca del 30 por ciento de los resultados de un negocio, según un estudio realizado por la consultoría de estrategia empresarial Hay Group.

La cultura empresarial puede compararse con la familia. El actuar de una persona y las decisiones que toma van relacionadas directamente con el ejemplo de sus padres o tutores; si ellos actuaban con determinados valores, entonces sus hijos actuaran de la misma manera, ya que lo que se ve en casa se aplica en la vida. Esto mismo sucede en las empresas: los directores son la clave para crear una cultura empresarial sana, pues su actitud se contagia y se transmite a los demás, sobre todo a los colaboradores con mayor antigüedad y liderazgo.

Un estudio de la consultora antes mencionada, indica que el 70 por ciento de los líderes mexicanos generan condiciones desalentadoras en sus equipos de trabajo, debido a que no tienen noción de cómo reaccionar ante situaciones particulares. Hoy en día, lo que necesitan las compañías mexicanas es atraer a los mejores talentos, desarrollarlos y, sobre todo, retenerlos mediante la motivación y un ambiente laboral adecuado.

Los empleados desean ser apreciados y reconocidos por sus contribuciones, y esto no solo considera el aspecto económico ya que, según un estudio realizado por la prestigiosa consultora Gallup, los lugares de trabajo más eficientes y eficaces poseen una cosa en común: cultura de reconocimiento. Según Watson Wyatt, para el 66 por ciento de las personas el reconocimiento influye en su desempeño, mientras solo el 15 por ciento menciona el sueldo como factor motivante.

Pero, ¿por dónde empezar? Hay que comenzar poco a poco. Primero, se debe evaluar dónde está parada la empresa hoy y adónde quiere llegar, para que con pequeñas acciones se alcance la meta. Lo que es imposible de hacer es tratar de llevar a cabo un cambio radical en un corto plazo. Se puede iniciar con rituales semanales, si es que aún no se tienen; por ejemplo, que todos los lunes a la misma hora se tenga reunión de resultados. O en cuanto a la relación con el cliente, siempre motivar el tener un trato específico que fomente la fidelización. También hay que trabajar en la relación del CEO con los subordinados.

Según un artículo de la revista CNNExpansión, existen tres claves principales para que el líder de una organización obtenga resultados favorables por parte de sus colaboradores: otorgar incentivos, no necesariamente económicos, mediante los cuales se reconozca el desempeño de los trabajadores; ayudar a los empleados a entender cómo su trabajo diario contribuye a cumplir la misión de la compañía; y cultivar un espíritu de equipo en el cual exista confianza, integración y dedicación entre los integrantes.

Si tus acciones inspiran a otros a soñar más, hacer más y convertirse en más, entonces eres un líder. Si pudieras describir a tu empresa como una persona, ¿qué características tendría?, ¿con base a qué valores te gustaría que tomara decisiones?, ¿qué cualidades te gustaría que tuviera? Si quieres llegar a ello, debes empezar por ti y actuar con base a lo que deseas todos los días; así podrás crecer con profesionales que quieran encajar en esa personalidad de organización. Quien propicie algo contrario, no debería formar parte del negocio, ya que una actitud negativa es más fuerte que una positiva.

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