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La caída de la bolsa china y los mercados globales

Con información de Monex, Forbes y El Financiero

En las últimas tres semanas, las acciones chinas han caído 30%. Pero este proceso de desplome comenzó entre junio y los primeros días de julio del año pasado: mientras se esperaba el referéndum en Grecia, las bolsas de China perdieron hasta 3 billones de dólares, casi tres veces el tamaño del PIB de México.

En Beijing, se han vendido hasta 45% de las acciones que se negocian en el mercado, por lo cual el gobierno ha tenido que intervenir prohibiendo a los principales accionistas de las sociedades vender cualquiera de sus participaciones durante seis meses. Si tomamos la definición clásica de burbuja financiera (valuación de un activo o una acción que llega a niveles históricos sin algún sustento real) podríamos decir que lo que pasa en China es una burbuja desinflándose.

Hasta mayo de 2015, las dos principales bolsas de China (Shanghai y Shenzhen) habían tenido crecimientos extraordinarios que se encuentraban por encima de cualquier otro mercado bursátil en el mundo. El valor de mercado de la Bolsa de Shanghai escaló 148% con respecto al mismo mes del año anterior, mientras que la de Shenzhen subió casi 200% en el mismo periodo.

Sin embargo, a finales de junio, comenzaron a tener un descenso. Algunos análisis señalan que los excesos de liquidez por las políticas monetarias expansivas incentivaron a los inversionistas a incrementar sus apuestas en activos con mayor rendimiento y riesgo.

¿La bolsa de China podría afectar a los mercados globales? En Nueva York, tras uno de los peores comienzos del año que se recuerdan en Wall Street, los principales indicadores subían hoy ayudados, principalmente, por las grandes empresas tecnológicas; mientras que Europa sigue inestable y todos los mercados abrieron al alza en las primeras horas de cotización.

Pero la situación de China se ha extendido a los mercados mundiales, afectando los principales índices estadounidenses que perdieron alrededor de 6 por ciento durante la semana, con el índice Dow Jones más bajo obtenido a principios de año (llegó a caer 467 puntos y se encaminaba a su peor jornada desde 1932).

Lei Mao, profesor asistente de Finanzas de Warwick Business School de Londres, en entrevista para Forbes, explica que históricamente, los mercados de valores en China no tienen un impacto fuerte en la economía real. Por lo tanto, sus fundamentales macroeconómicos seguirán su propio camino. La Bolsa de Shanghai tiene pocos inversionistas extranjeros y la mayoría de sus empresas son locales, por lo que el contagio hacia otras plazas bursátiles ha sido hasta cierto punto controlado. Descarta también una crisis en el sistema financiero porque la caída de los mercados asiáticos no golpeó con tanta fuerza a sus bancos. Sin embargo, el mercado de capitales en China es de los más grandes del mundo, por lo que de continuar deteriorándose si terminará impactando a los mercados financieros globales.

A pesar de que no se puede prever cómo se comportarán las bolsas chinas en los próximos días, en México podemos esperar cambios constantes al alza y a la baja en la Bolsa Mexicana.

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