Soluciones laborales desde el manubrio
Por invitación de un amigo suyo, hace más de tres años Miguel Márquez volvió a rodar su bicicleta. Hasta ese momento, él tenía en su mente que la bici era un “asunto de niños”; sin embargo, esta idea se rompió cuando el ciclismo llegó a convertirse en toda una pasión en su vida.
Su amor por esta disciplina lo llevó a cumplir una de sus metas personales: terminar un IronMan, una competencia que comprende 3.8 kilómetros de nado, 180 kilómetros de ciclismo y 42.5 kilómetros de trote.
Márquez trabaja en el Centro de Consultoría y Desarrollo Empresarial, en el cual provee asesoría a empresas y gobiernos federales en materia de ingeniería financiera. Además, es presidente de la Comisión de Desarrollo Empresarial en Coparmex y director de la compañía IMAQ Turismo.
A pesar de la demanda en su agenda, ha construido hábitos que le han brindado una vida más sana (entrena todos los días a partir de las 5 de la mañana) y un mejor desempeño laboral. La práctica del ciclismo, explica, le permite relajarse y encontrar las soluciones más oportunas a las problemáticas de trabajo que se le presentan.
El giro que este deporte le dio a su vida lo llevaría a bajar más de veinte kilos. Esto, a raíz de la necesidad de reducir su peso para mejorar el rendimiento físico en competencias de alta exigencia. El triatlón en Valle de Bravo sería su primera prueba. En ella, se ubicó en el lugar 35 de 150 competidores. Posteriormente, participaría en la Copa Panamericana del Triatlón de Ixtapa, en la cual nadó 1.5 kilómetros, recorrió 40 kilómetros en bicicleta y 10 kilómetros a trote; en esa ocasión, se quedó en la posición 29.
Miguel ya cuenta con experiencia en competencias de diversos estilos de ciclismo. En su casa, atesora todas las bicicletas que ha utilizado para downhill, enduro, cross country y ruta, así como las medallas que ha obtenido. Entre sus objetos, dice, adjudica un valor agregado a dos: su bici specialized Shiv 2016 y su medalla del IronMan de Cozumel, competición en la cual se colocó entre el 24 por ciento de los participantes más rápidos, con un tiempo de doce horas y veintiocho minutos.
Con una habitación llena de logros alcanzados en el ámbito deportivo, Márquez considera que hacer negocios es muy similar a participar en un IronMan, debido a que “en ambos mundos requieres de mucha resistencia…”. Señala que en ninguno de los dos existen los límites, pues “desde un inicio debes de plantearte qué vas a lograr, cómo lo vas a lograr y mantenerte dentro de ese plan de trabajo”. A esto agrega que “hay ocasiones en donde llevas ya un fuerte recorrido y quieres abandonarlo, por lo que la preparación mental siempre será importante. Debes de estar listo para lidiar con todas tus limitantes”.
Miguel comparte a Líder Empresarial que una de las mayores enseñanzas que ha adquirido gracias al ciclismo es la de “continuar moviéndose”. “Aprendí que mantener en movimiento las piernas siempre te ayuda a librar los problemas. Sin importar la edad, la tenacidad siempre será la mejor herramienta”.