“La resistencia de la cadena está condicionada por su eslabón más débil, entonces el primer paso para mejorar una organización debe ser la identificación del eslabón más débil” (La meta; Goldratt, E.).
El Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI), que inició a operar en 2004 para facilitar los pagos entre cuentahabientes de los distintos bancos mexicanos, es uno de los más eficientes de todo el mundo; sin embargo, no es infalible.
La primera quincena de mayo se dio a conocer que este sistema fue víctima de un ciberataque: desde el mes de abril se realizó un hackeo y alrededor de 820 millones de pesos fueron movidos a otras cuentas, de los cuales se retiraron 200 millones.
Este suceso provocó un retraso en la recepción y retiro de fondos justo en el periodo de cobro de nómina y reparto de utilidades.
El ciberataque es un llamado de atención para las instituciones financieras, las cuales tendrán que mejorar sus medidas de protección.
Al cierre de 2017, las operaciones mensuales realizadas vía SPEI eran ya más de 48 millones por un monto de 23.6 billones de pesos (El Economista).