Al trabajar en una empresa, algunas personas pueden preguntarse: ¿qué hace el director general? Lo ven entrando y saliendo de juntas, atendiendo llamadas, trabajando en su computadora, sosteniendo reuniones con clientes… Sin embargo, la labor específica que realizan no es del todo clara.
Por esa razón, es necesario conocer algunas de sus funciones (que no son las únicas) para apreciar si están ejerciendo su rol:
Definir el rumbo. El director general colabora en la generación de la misión y visión de la compañía. También la actualiza a lo largo del tiempo.
Motivar. Motiva a los actores clave de la firma para el logro de los objetivos y metas determinadas.
Establecer una estrategia. Define, junto con su equipo de trabajo, los planes a seguir para llevar el negocio adelante.
Estar al pendiente. Da seguimiento, con apoyo de los colaboradores clave, al proceso de operación para cumplir las metas instituidas.
Relacionarse con los clientes. Determina los medios, en conjunto con su equipo comercial, mediante los que se atenderán las necesidades de los clientes.
Analizar desempeño. Analiza el desempeño de las áreas críticas del negocio y aporta ideas para la optimización de éstas.
Administrar. Con el personal contable, financiero y de recursos humanos, administra los recursos tanto materiales como humanos de la empresa, con la finalidad de lograr mayor eficiencia y eficacia organizacional.
Liderar. Esta palabra, en esencia, resume lo que hace un director general, pues su función primaria es encabezar la compañía. Además de llevar la responsabilidad del rumbo y obtención de buenos resultados, su puesto implica la realización de un cúmulo de actividades asociadas a distintas áreas.
Así pues, la próxima vez que alguien se pregunte ¿qué hace el director general?, tendrá una idea más clara de su labor y de qué se le debe exigir directa o indirectamente, pues gran parte del bienestar de la organización y de quienes trabajan en ella dependen de él.