Previo a la pandemia del COVID-19, poco más de 950 mil personas ingresaron a Estados Unidos desde México vía terrestre en, para ellos, un día normal. De acuerdo a datos de la agencia de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de 2019. Ahora, después de un aproximado de 20 meses, se abre la frontera de México con Estados Unidos.
A partir de este lunes 8 de noviembre se abre la frontera con Estados Unidos, de casi 3 mil 200 kilómetros de largo, luego de haber cerrado por la pandemia.
La reapertura total de los cruces entre México y Estados Unidos reactivarán la economía transfronteriza tras el impacto estimado en 71 mil MDD durante los 20 meses de cierre por la pandemia, aunque lo que más aprovecharán este suceso serán los comerciantes binacionales y estadounidenses.
Por su propio lado, el Gobierno de nuestro país paso el 2021 priorizando la reapertura de la frontera común por la que en algún momento llegaron a cruzar 1 millón de personas, mil millones de dólares en mercancía, 450 mil vehículos y 30 mil camiones de carga de manera diaria, según la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE). Hasta hace unos meses, el cierre fronterizo terrestre dejó pérdidas económicas, en los sectores comercio y turismo, por más de 55 mil 300 millones de dólares.
De la misma manera, las pérdidas que son, igualmente preocupantes, los negados cruces transfronterizos que involucran a miles de personas y familias. Para Giselle Arellano, la “libertad” de ingreso al país norteamericano trae consigo implicaciones que afectan lo político y, sobre todo, lo social. La primera debido a los ya conocidos conflictos entre el Instituto Nacional de Migración (INM) con los prospectos visitantes, pasantes y migrantes terrestres, a cuestión del rechazo que se han ganado a pulso por los incumplimientos.
Lo social, al considerar el que, a pesar de su apertura, miles de mexicanos no podrán ingresar a Estados Unidos (por ahora) si recibieron vacunas que no han sido aprobadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS): como la china Cansino o la rusa Sputnik V.
“Las restricciones, unas de las más severas en la historia de Estados Unidos, mantuvieron separadas a muchas familias, entre ellos cónyuges que no han podido abrazarse en meses, abuelos, tíos y tías.”, comenta la Giselle Arellano, quien cursa la maestría en dirección empresarial- MEDEX por el IPADE Business School.
Por supuesto que se realizarán excepciones en situaciones especiales, pero incluso estas tienen sus propias limitaciones. La embajada de Estados Unidos proporciono los casos en que no se exigirá el certificado, entre ellas, personas extranjeras en general:
- Niños menores de 18 años.
- Personas médicamente imposibilitadas de recibir la vacuna.
- Viajeros de emergencia que no tengan acceso oportuno a una vacuna.
La embajada agregó que se otorgarán exenciones humanitarias a este lineamiento de forma extremadamente limitada. Además, el titular del Departamento de Aduana mencionó que aquellos visitantes que intenten ingresar con un comprobante falso serán devueltos a México y quedarán registrados en el sistema del Gobierno de Estados Unidos.
Giselle Arellano enfatiza el recordar que las personas que buscarán cruzar, deben tener en cuenta la importancia y lo indispensable de las hasta ahora transcurridas jornadas de vacunación, de las cuales, hasta ahora, se considera que 48% del país ha recibido al menos 1 dosis de la inoculación