Tras un ciclo triunfal en España, donde se alzó con el Zapato de Plata en Arnedo, el joven Miguel Aguilar regresa ilusionado a su tierra natal para debutar con picadores este domingo en el histórico coso San Marcos, en lo que será el quinto festejo de la Temporada de Novilladas.
«El simple hecho de verme anunciado en el serial supuso mucha ilusión, muchos sentimientos encontrados, ver a mi familia, llegar a mi casa…Esos sentimientos que quizá algunos pensarán que son de dolor, todo lo contrario, son de ilusión y motivación» declaró el espada hidrocálido, quien en junio pasado perdió a su hermano , el matador Mario Aguilar, cuando él se encontraba en España.
Preguntado sobre si la muerte de su hermano hizo que en algún momento repensara su sueño de convertirse en matador, Miguel Aguilar recordó que en los momentos posteriores al lamentable suceso, el director del Centro Internacional de Tauromaquia y Alto Rendimiento (CITAR) le cuestionó si se regresaría a México para estar con su familia o se quedaría en España:
«Fue una pregunta un tanto incómoda pero yo, sin dudarlo, le dije que me quedaría ahí, que aquí estaba mi lugar. Con el paso de la temporada nos dimos cuenta que acerté».
En relación a la novilla de este domingo, en el que partirá plaza con André Lagravere y Pedro Bilbao, Aguilar mencionó lo siguiente: «Es un cartel importante. Cada uno tiene personalidades distintas. Lagravere lleva tiempo destacando, estando en las primeras filas. Bilbao es aguascalentense, lo que supone una rivalidad en tierras hidrocálidas, ha dado un nivel importante. Pero yo también tengo mis cosas que demostrar y quiero que mi presentación sea lo mejor posible».
«El hecho de que la prensa o la gente del mundo del toro esté hablando de ti, esperando cosas de ti, pues supone un esfuerzo mayor y una ilusión. Creo que soy capaz de poder darles a ellos, a mi familia y a mí mismo, una tarde para disfrutar. Al contrario de estar presionado, me ilusiona muchísimo estar en la plaza de mis sueños», dijo.