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La alimentación del empresario

Siempre he sido partidario de un estilo de vida saludable. Esto implica muchos aspectos de la vida; sin embargo, hoy hablaré de uno que puede incidir en nuestro desempeño en la empresa, aunque a veces no lo reconozcamos como tal: la alimentación.

Empecemos por la mente, sistema nervioso central. Nuestro cerebro ocupa, entre otros elementos, un combustible básico: la glucosa (azúcar). Si, por ejemplo, tenemos el mal hábito de empezar el día laboral sin desayunar, estamos comenzando con el pie izquierdo. Algunos para excusar su falta de desayuno dicen, ‘es que no me da hambre en la mañana’, ‘comeré algo hasta que sienta hambre, es decir, a la hora de la comida’, etcétera; pero lo que no saben es que niveles adecuados de glucosa en el cerebro facilitan el mantener niveles de concentración elevada, coadyuvan los procesos mentales óptimos y mantienen alerta a nuestro sistema. Así pues, si comparamos el desempeño mental de un individuo con estado hipoglucémico (nivel de glucosa bajo) y de otro con un nivel óptimo de azúcar, notaremos que en el primero, poner atención se dificulta o la persona se siente aletargada. Para estar en óptimas condiciones, se recomienda ingerir alimentos de calidad cada 3 o 4 horas.

Sistema digestivo. Durar muchas horas sin probar alimento puede causar estragos en nuestro sistema digestivo. Por diseño, estamos preparados para digerir bolos alimenticios cada 3 o 5 horas. Al no recibir alimento, puede haber acumulación de jugos gástricos, los cuales, sin alimento, pueden empezar a dañar las paredes internas de nuestro estómago, o bien, junto con condiciones de estrés, que son normales en la vida de un empresario, pueden provocar las famosas itis: gastritis, colitis, etcétera.

Sistema circulatorio. La vida empresarial cuenta con muchos factores que desencadenan el estrés: problemas con proyectos, dificultades en la cobranza, retos de calidad en los productos, retrasos en tiempos de entrega, entre otros. Esto hace que liberemos hormonas del estrés que pueden aumentar nuestro ritmo cardiaco y presión arterial. Si consumimos muchos alimentos con altos niveles de grasas saturadas y colesterol, estaremos acumulando esto, posiblemente, en nuestras arterias, lo cual limitará el flujo de sangre a nuestro cuerpo, situación que puede ocasionarnos diversos efectos peligrosos, como la limitación de flujo sanguíneo hacia el corazón o cerebro, poniéndonos en riesgo de sufrir un ataque cardiaco o accidente cerebrovascular.

 Algunos alimentos con grasas saturadas son: mantequilla, piel de aves, leche entera, carnes procesadas (tocino, salchichas), yema de huevo, cortes grasos de carne roja. Para evitar esto, debemos buscar comer grasas buenas (grasas insaturadas), como las provenientes del pescado o aceite de oliva; además, se debe cocinar con aceites vegetales, como el de canola, cártamo, girasol, maíz o soya, en lugar de utilizar manteca. Lo anterior, lo menciono dado que la combinación de estrés, sedentarismo y una alimentación inadecuada, puede acarrear problemas indeseables a la salud.

Sistema inmunológico. Nuestro sistema inmune (defensas del cuerpo) está regulado por múltiples factores. Considerando el factor alimenticio, consumir una dieta equilibrada que incluya frutas y verduras, productos lácteos bajos en grasa, grasas insaturadas, proteína de calidad (baja en grasa saturada) como pescado o pechuga de pollo sin piel, y carbohidratos de calidad (cereales integrales), permitirá que nuestro sistema inmunológico esté en óptimas condiciones.

Algunas prácticas que me han sido útiles para tener niveles adecuados de energía y concentración al ejercer las labores en mi empresa son:

Comer cada 3 o 4 horas, aproximadamente a la misma hora cada día.

Nunca saltar el desayuno.

Planear las juntas y actividades laborales, de tal manera que no se traslapen con la hora de desayuno, lunch, comida y cena.

Si una junta está muy cerca a la hora del lunch o comida, hay que tener a la mano o llevar en el coche agua natural y una pieza de fruta o galletas integrales como respaldo, y aprovechar el traslado o un pequeño espacio para consumirlas; de esta manera, se evitará la hipoglucemia indeseable de la que hemos hablado.

A la hora de la comida, aunque sean 20 o 30 minutos, procurar no tomar llamadas y comer con calma para masticar correctamente los alimentos. En la boca, los alimentos se mezclan con la saliva y es el primer paso del proceso de digestión.

Evitar, si es posible, abordar temas difíciles (resolución de conflictos) estando con hambre.  El estado hipoglucémico nos puede hacer sentir irritables y no ayudará a nuestra capacidad para resolver problemas con prudencia y buen juicio.

Tomar agua natural en cada comida y durante el día, entre comidas. Consumir entre 2 o 3 litros de agua al día.

Comer a diario cereales, fruta, proteína baja en grasa, verdura fresca, legumbres, grasas insaturadas y carbohidratos de bajo índice glicémico. El índice glicémico se refiere a la velocidad con la que un alimento con carbohidratos sube la glucosa en la sangre. Los que la suben de manera lenta y controlada son la mejor opción; ejemplos de estos alimentos son: granos enteros, verduras, frutas con fibra (manzana, naranja, pera) y legumbres.

Procurar hacer al menos media hora de ejercicio a diario, alternando ejercicios de fuerza y resistencia, para tener salud cardiovascular y del sistema musculo-esquelético.

Tomar un suplemento multivitamínico/multimineral de calidad a diario, considerando mi actividad física y requerimientos calóricos. Esto puede variar según las necesidades de cada individuo.

Cada persona tiene necesidades diferentes según su condición de salud, actividad física, edad, peso y composición corporal; no existe un régimen alimenticio universal. Lo mejor siempre es acudir con los profesionales de la nutrición para obtener una dieta adecuada para ti; no obstante, lo primero es que cobremos conciencia de la importancia que posee la alimentación adecuada para el óptimo desempeño de nuestra labor empresarial.

por Manuel Villalpando Villalpando, director general de Techno Consulting

manuel_villalpando@v2technoconsulting.com

www.v2technoconsulting.com

https://www.facebook.com/v2technoconsulting?ref=hl

con la colaboración de la M. en Nutrición Clínica Araceli Altamirano Bernal

araceli_altamirano@nutricion-integral.com.mx

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