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Kunderman: El secreto detrás del crecimiento

A pocos años de su fundación, Vega Franco y Compañía vivió uno de los retos más grandes que una empresa pudo enfrentar en México: la crisis económica de los años noventa. Esto le representó una importante dificultad, pues llegó a perder muchos clientes que quebraron por las deudas; sin embargo, también significó un punto de partida para consolidarse como un despacho de contaduría pública y fiscal de renombre en el mercado regional.

Motivada meses atrás por factores económicos y políticos, la crisis se detonó a finales de 1994 ocasionando que muchas organizaciones se vieran obligadas a disminuir sus gastos y, por lo tanto, a recortar casi dos millones de empleos en el país. Ni siquiera el Programa de Emergencia Económica que ejecutó el gobierno de Ernesto Zedillo pudo cubrir el hoyo financiero, lo cual terminó con la imposición de más sacrificios a los contribuyentes y consumidores.

Siete años antes de esta situación, en 1987, el contador aguascalentense Héctor Hugo Vega Ponce fundó Vega Franco y Compañía, un despacho de contadores públicos que contribuyó al desarrollo empresarial de la región Bajío. Tres décadas más tarde, la firma decidió reinventarse y convertirse en Kunderman, con lo cual ha dejado atrás un modelo de negocio vertical –propio de la época de sus inicios– y ha conformado una filosofía de trabajo colaborativa.

“Hubo una incisión de socios y, en ese momento, se presentó la oportunidad para la gente joven de incorporarse a la firma como socios. Creo que para nosotros la confianza, apoyo, mentoría y sustento que nos brindó el contador Héctor Hugo, fue muy importante para lograr lo que ahora somos”, comparte Francisco Torres Olmos, socio encargado del área fiscal.

Kunderman nació, creció y se desarrolló en Aguascalientes, un estado que, a decir de su actual director Enrique Proa Román, guarda una vocación totalmente empresarial, lo cual propicia la conformación de un ambiente apto para los negocios.

Reinventarse: Kunderman

“Yo creo que a lo largo de estos años, hemos gozado de la confianza de los empresarios de Aguascalientes y eso es muy valioso para nosotros; habla de que estamos haciendo bien las cosas, pero también nos compromete a seguir mejorando y aportar nuestro granito de arena para el desarrollo de la entidad”, expresa Francisco Torres Olmos.

Uno de los elementos más significativos de la nueva marca de la firma es el nombre, el cual fue tomado del apellido alemán que significa ‘contador’. “Kunderman es el tenedor de libros, la persona que lleva la cuestión contable en Alemania”.

Para su nuevo logotipo, crearon un escudo heráldico que representa a la familia corporativa Kunderman y funciona como símbolo de protección a sus clientes. En la parte superior de este, aparece un libro, un elemento que alude a la sabiduría, al conocimiento y, en específico, al libro contable. La letra ‘K’ es el elemento insignia dentro del escudo, inicial del nombre de la compañía, con rasgos característicos que la hacen notable.

Sobrevivientes de un mercado cambiante

En México, el promedio de vida de los negocios es de 7.7 años, de acuerdo con el estudio Esperanza de vida de los negocios del INEGI.

Y aunque, según el informe Doing Business 2016, Aguascalientes se sitúa como el mejor lugar para emprender negocios en México, la edad de estos no rebasa los siete años. En el ranking nacional, el estado aguascalentense dista 19 posiciones de Yucatán, donde las empresas promedian 9.1 años de longevidad.

Kunderman es un caso aparte. En 2017, cumplirá 30 años de trabajo en los cuales ha ofrecido al empresariado mexicano servicios de auditoría, estrategia fiscal y asesoría continua (este último es el más solicitado).

Servicio a la medida

El crecimiento de la industria automotriz y la llegada de compañías japonesas y alemanas a la entidad han provocado un aumento en la exigencia de los estándares de calidad para las organizaciones locales, lo cual impulsó a Kunderman a prepararse para ofrecer un servicio a la medida. Actualmente, la firma está en un proceso de institucionalización y certificación con el propósito de elevar sus estándares de calidad.

Enrique Proa Román comparte la fórmula que los ha llevado a continuar como uno de los mejores despachos de contaduría en la región: esfuerzo, constancia y dedicación, los elementos para dar un excelente servicio.

Lo que los diferencia de la competencia es el trato personalizado que ofrecen a sus más de 250 clientes de Aguascalientes, Jalisco, Guanajuato, Querétaro, Zacatecas y Veracruz.

“Desde mi punto de vista, mucho de lo que nos ha permitido crecer es el mismo desempeño de las empresas, es decir, nosotros al ser un despacho regional tuvimos contacto con muchas de ellas y en la medida que han venido creciendo, nos han obligado a cambiar nuestra metodología y nuestra visión de las cosas, nos han llevado en esa dinámica junto con ellos y nos hemos acompañado mutuamente”, menciona Raúl García, socio encargado del área de auditoría e impuestos.

Más que socios, amigos

Kunderman está compuesta por tres asociados. Francisco Torres Olmos se encarga del departamento fiscal. Para él, la compañía representa una cultura de trabajo, de esfuerzo y de creatividad, debido a que la confianza y el servicio al cliente se colocan por encima de todo.

Raúl García Hernández es la cabeza del área de auditoría e impuestos. Concibe al despacho como un lugar donde se conjunta la experiencia, la calidad y el amor a la profesión.

Enrique Proa Román, director general, dice que la confianza del cliente, la protección del patrimonio, el dinamismo y la innovación son los principios que rigen cada paso de sus colaboradores.

Lo que comenzó como una amistad ha perdurado hasta este tiempo como una sólida relación profesional. La tripleta ha logrado consolidar el prestigio de la firma a nivel nacional y, ahora, su legado continúa con la integración de sus hijos: Enrique Proa Villanueva y Francisco Javier Torres Pérez están en el área de impuestos y, posteriormente, se integrará Paola García Ojeda.

“La relación con los socios es de mucha cercanía. Algunos de nuestros empleados tienen más de 15 años con nosotros y yo puedo referirme a ellos como mis amigos. En el medio profesional es inusual que una sociedad perdure tantos años, es común que las sociedades profesionales se rompan. Yo creo que hemos durado porque somos amigos”, explica Proa Román.

Una nueva generación de profesionistas

Uno de los aspectos que ha hecho de Kunderman una empresa de arraigo en el estado es la cultura del cambio, esfuerzo que después de 30 años de trabajo continuo se consolida con la instauración de una nueva identidad, promovida por la generación más joven de profesionistas de su equipo de trabajo.

Desde sus inicios, la compañía se ha identificado con una imagen joven, fresca e innovadora, y ha destacado gracias a la dinámica de cercanía que, junto al empresariado local, ha construido.

“El mundo de los negocios ha evolucionado de manera vertiginosa, es sin duda más competitivo. Consecuentemente, los empresarios se han adaptado a esta evolución y competitividad. En la actualidad, estoy viendo cómo las nuevas generaciones se van incorporando a las organizaciones de clientes que atendemos desde hace más de 25 años, y me da gusto que estas nuevas generaciones también estén confiando en nosotros”, comenta Torres Olmos.

“Cada empresa es importante, representa el proyecto de vida de un empresario, el capital invertido y los años de esfuerzo que invirtió para estar en el lugar donde está ahora. Es el sustento de muchas familias de trabajadores y proveedores; entonces, en ese sentido y orden de ideas, nosotros tenemos una gran responsabilidad”, expresa Francisco Javier Torres Pérez, trabajador del departamento de asesoría fiscal.

“No solamente es tocar temas fiscales, sino también es estar dándole un consejo de lo que es mejor para su negocio. Lograr los objetivos que te propones no va a ser fácil y a lo mejor tienes algunos resbalones y caídas, pero lo puedes conseguir”, añade Enrique Proa Villanueva, quien también se desempeña en asesoría fiscal.

¿Qué sigue?

Kunderman se caracteriza por su crecimiento constante y por el reconocimiento que le han otorgado sus clientes gracias a sus servicios y el profesionalismo de su personal.

Por eso, el despacho ha iniciado un proceso de cambio en algunas de sus áreas para desarrollar nuevos servicios y rediseñar los ya existentes.

Una cultura Kunderman: los socios creen que la preparación y capacitación de los colaboradores debe complementarse con una cultura que represente a la organización, la cual ya se está trabajando de la mano de un grupo consultor.
Institucionalización: con cambio de nombre, la firma consolida su identidad propia.
Expansión: se busca replicar el modelo de negocio y atender a una mayor cantidad de clientes a través de la apertura de oficinas en otros estados de la república, como Guanajuato y Querétaro.
Servicios: acercarse a más clientes los obliga a estar preparados para otro tipo de necesidades que deben desarrollar. Actualmente, han estado incursionando en el gobierno corporativo y en la atención a los consejos de administración de algunas compañías.

“Nuestra prioridad es evitar que surjan contingencias en el ámbito fiscal o legal, para permitir que nuestros clientes se enfoquen en hacer crecer su negocio. Finalmente, todo se traduce a cuestiones económicas en las empresas y esa parte es la que nosotros cuidamos”, finaliza Proa Román.

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