La trayectoria artística de Karina Colis, baterista potosina, comenzó a los 18 años en San Luis Potosí, explorando géneros como rock, salsa, jazz y música clásica. Proveniente de una familia de artistas, Karina rápidamente destacó en bares, festivales y foros culturales en varias ciudades de México.
A los 20 años, se aventuró a Puerto Rico, donde recibió una beca para estudiar en el Berklee College of Music. Después de graduarse, se sumergió en la escena musical de Nueva York, colaborando con maestros de Berklee y artistas reconocidos internacionalmente.
Grandes desafíos, longevas satisfacciones
Los desafíos no le fueron ajenos, desde la soledad y el estrés de Nueva York hasta la exigente escena del jazz. Relata que como mujer, ingresar a este mundo fue un reto adicional, sin embargo, su perseverancia la llevó a unirse a la comunidad de mujeres jazzistas en Estados Unidos.
“Los primeros 5 años en Nueva York colaboré con Chicha Libre, Gregorio Uribe Big Band, Cocomama, Calpulli Mexican Dance Company. Estos fueron los proyectos más representativos de la música latina con los que aprendí mucho de mi cultura, del folklore mexicano, la música afro caribeña y colombiana”, expresa.
Además, durante 10 años de su carrera, Karina Colis tuvo la oportunidad de tocar con diferentes proyectos en Sudamérica, África, Emiratos Árabes, Dubai, Reino Unido, Medio Oriente y España.
“Uno de los países que más me ha gustado y que marcó una etapa importante en mi vida fue la India, a donde viajé consecutivamente por 5 años para dar clases de música y tocar con músicos clásicos”, expresa.
Asimismo, comenta que, si bien consolidar su proyecto significó horas de esfuerzo tras la producción de sus obras —donde además el aspecto económico también fue un obstáculo—, hoy puede presumir de una carrera exitosa en distintas latitudes.
Una melodía para conectar
La influencia de su madre, fotógrafa y cantante, así como músicos como Sting y Avishai Cohen, la inspiran constantemente y la han llevado a crear su propio estilo, con ritmos variados.
La interacción con su público en el escenario también ha sido fundamental, pues logra conectar con su audiencia a través de explicaciones breves de sus composiciones instrumentales, permitiendo que los espectadores interpreten las emociones a su manera.
Con ello concluye que, a lo largo de su trayectoria, lo más satisfactorio ha sido el aprendizaje, la experiencia y riqueza cultural, así como la oportunidad de conocer personas increíbles que la han ayudado a crecer.