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Julio Urías: el mexicano ante la gloria de la Liga Mayor de Beisbol

Con su brazo izquierdo, Julio César Urías Acosta (Culiacán, Sinaloa, 1996) condujo a Los Angeles Dodgers, la segunda franquicia más valiosa de la MLB  con un valor de 3,400 millones de dólares, al Clásico de Otoño 2020, en la búsqueda de romper su sequía de más de 32 años sin ganar la Serie Mundial.

El ‘culichi’ impulsó a su equipo a la victoria tras registrar tres entradas prácticamente perfectas en las que no permitió ningún hit, retirando consecutivamente a los nueve bateadores de la dinámica ofensiva de los Atlanta Braves, quienes impotentes ante el poderío del mexicano terminaron perdiendo el séptimo encuentro de la serie 4 carreras a 3, tras dilapidar una ventaja de 3 juegos ganados a 1. 

El nacido en México registró una impresionante actuación cuatro días después de alcanzar los 101 lanzamientos en el juego tres de la serie, en el que los Dodgers demolieron a los Braves 15-3. Ayer, el sinaloense ingresó en la séptima entrada con el partido empatado a tres. Después de que Urías retiró a los tres primeros bats que se enfrentó, Cody Bellinger sacó la pelota y le dio la ventaja definitiva a los angelinos de cuatro a tres. 

Contrario a lo que mostró en los dos últimos juegos, el manager de los Dodgers, Dave Roberts no puso en el montículo a su veterano cerrador Kenley Kansen, depositando su confianza en el mexicano de 24 años de edad: 

“»Kenley ha estado genial, absolutamente genial y no estaríamos en camino a la Serie Mundial sin él, pero pensé que con Julio descansado, y con la manera en la que estaba lanzando la pelota…[no era necesario sacarlo para ganar]».

Sin embargo, el camino de Julio Urías al estrellato deportivo no ha sido sencillo; al revés, ha estado plagado de obstáculos. Al nacer, se le detectó un tumor en su ojo izquierdo, lo cual derivó en varias visitas al quirófano siendo muy pequeño. Esto ha provocado que su ojo izquierdo esté casi cerrado, aunque goza de visión en el mismo.

Naturalmente, sus papás Carlos e Isabel estaban preocupados por el padecimiento de su hijo. En una entrevista para ESPN, ambos recordaron su temor a que la condición de Julio pudiera afectar su desenvolvimiento en la vida. 

«Se vivió una prueba difícil, vamos a decir en cuestión de su salud, de su problema, pero bendito Dios eso no afectó en nada», rememoraron.

Hombre religioso, Urías toma su condición como un designio de Dios:

“Así es como funciona Dios: Me dio un mal ojo izquierdo, pero me dio un buen brazo izquierdo”, dijo en una entrevista para LA TImes. 

De sangre beisbolística, desde temprana edad Julio comenzó a lucir en el considerado ‘Rey de los Deportes’. Encuentra en su papá una figura fundamental que lo impulsó desde adolescente a mejorar, un proceso que no estuvo exento de encontronazos con su progenitor. 

“A veces tenemos la oportunidad de hablar y recordar el pasado. Fue difícil para mí porque fueron regaños, semanas que hasta dejábamos de hablar por cosas que yo hacía mal en este deporte, y como le digo, gracias por todo lo que hiciste por mí”, manifestó en una entrevista con Tomateros de Culiacán. 

El portal Séptima Entrada reseña que durante su adolescencia, Julio Urías atravesó por la Liga de Beisbol Infantil y Juvenil Culiacán Recursos, cosechando buenas actuaciones que dejaron entrever que el sinaloense tenía futuro para cotas más altas.

Sin embargo, en la misma entrevista para ESPN, Julio se sinceró y dijo que varios scouts se alejaron ante la posibilidad de que pudiera desarrollar complicaciones en su ojo izquierdo que limitaran su desarrollo como jugador.

Pero no todos. En 2012, el lanzador acude a un campamento en Oaxaca, donde lo descubren Los Angeles Dodgers. La franquicia norteamericana decide fichar al adolescente en su cumpleaños número 16, recorriendo las categorías menores. 

Cuatro años más tarde, en la temporada Triple-A, Urías enlazó 29 entradas sin permitir carreras. Con deslumbrantes actuaciones, Julio hizo su debut en Ligas Mayores contra los Mets de Nueva York, sin embargo, tras un inicio complicado, fue sustituido antes de terminar el tercer inning. 

En 2017, el ‘culíchi’ recae en la Triple-A en la filial Oklahoma City. Es llamado de regreso a las Ligas Mayores, pero nuevamente firma una actuación deficiente que lo envía a las Ligas Menores. El 10 de julio sufre una lesión en el hombro que lo alejaría del montículo por un año. 

El sinaloense volvió en 2018 y tuvo actuaciones destacadas ante los Milwaukee Brewers en la serie de campeonato; también apareció en la Serie Mundial del 2018 contra los Boston Red Sox, la cual terminaría perdiendo su equipo por 4 partidos a 1. 

En mayo de 2019, el mexicano se vio inmerso en una acusación  de violencia doméstica, tras una discusión en un estacionamiento enfrente de un centro comercial. Fue arrestado y pasó una noche en prisión tras pagar una fianza de 20 mil dólares.

La MLB decidió colocar al lanzador mexicano en licencia administrativa mientras investigaba el caso. La liga lo reincorporó el 22 de mayo, pero tras concluir las diligencias, suspendió a Urías por 20 juegos. 

La temporada 2020 resultó ser atípica por la pandemia, con un calendario sumamente reducido y un rediseño de los playoffs. Julio Urías fue designado como pitcher abridor por Los Angeles Dodgers, hilando actuaciones buenas como regulares que ponían en tela de juicio un posible protagonismo en la pretemporada.

Dudas que el sinaloense se ha encargado de disipar tras la dominante actuación que sostuvo el domingo pasado y que ayudó a Los Angeles Dodgers ha ponerse en posicionó de alzarse con el Clásico de Otoño.

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