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Juana Ramírez y su pasión por la salud

“Mi pasión es la salud y los pacientes”. Así responde Juana Ramírez Bustos, cuando se le pregunta sobre el aliciente que tuvo para fundar, en 2009, el Grupo SOHIN (Soluciones Hospitalarias Integrales), el cual está enfocado en la gestión de medicina personalizada para pacientes con enfermedades crónico degenerativas complejas como el cáncer, esclerosis múltiple, artritis reumatoide, entre otras.

“La motivación principal son, y seguirán siendo, los pacientes, es decir, las personas que como tú o como yo tienen que enfrentar todas las cosas a las que hacemos frente en nuestra vida y que adicionalmente tienen el reto de vivir con una enfermedad crónico degenerativa o con una enfermedad compleja, y que todavía no hay un sistema de salud, ni público ni privado, que responda integralmente a todas las necesidades que implica enfrentarse a una situación de éstas”, señala.

En 2012, a tan sólo tres años de su apertura, Grupo SOHIN fue certificado a nivel global por sus altos estándares de calidad con el ISO 9001:2008 por The International Certification Network; tres años después el consorcio se sumó a la red global de emprendedores Endeavor México como Emprendedora de Alto Impacto, además de que recibió el premio EY Entrepreneur of the year 2015, en la categoría de empresa en desarrollo.

En 2016, Juana Ramírez fue incluida en el ranking de las 100 mujeres más poderosas de México en la revista Forbes, mientras que la revista Expansión le brindó mención honorífica como Emprendedora de Alto Impacto; en 2017 el Instituto Nacional del Emprendedor (INADEM) le otorgó una mención honorífica como Mujer Emprendedora, en tanto que el consorcio recibió el Premio al Emprendedor por un México con un Acceso a la Salud que otorga la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF).

“Cuando un paciente recibe un diagnóstico de cáncer, o de esclerosis múltiple, o artritis reumatoide, en realidad no lo recibe solamente el paciente: lo recibe su pareja, su economía, su trabajo, su sistema de aseguramiento y en todos los casos hay impactos… ahí es donde está la inspiración del Grupo SOHIN”, refiere.

Actualmente, el grupo atiende a alrededor de 25 mil pacientes al mes, cuenta con 150 colaboradores directos y 400 indirectos, en 25 ciudades del país, de los cuales el 75% son profesionales de la salud.

Conservar el espíritu emprendedor

Contrario a lo que pudiera pensarse, Juana Ramírez no tiene familiares vinculados con la Medicina que pudieran haberla influenciado a dedicarse a este rubro, de ahí que considera que nació con el regalo de tener absoluta claridad sobre su propósito de vida, que es la salud, un sector en el que se formó (su primera experiencia laboral fue el contacto con pacientes de VIH), creció y donde quiere seguir trabajando.

“En realidad no tienes que inventarte nada. Cuando trabajas de cerca con una causa social, en salud, educación, inclusión, lo que sea, las necesidades están ahí; lo que hay que hacer es tener los ojos muy abiertos para poder identificar en dónde puedes hacer una propuesta de valor que mejore la calidad de vida de esas personas”, apunta.

Una de las principales aportaciones del Grupo SOHIN, a través de GenEthic Services -una de sus empresas, es el Mammaprint, el primer test genómico en el Cuadro Básico y Catálogo de Medicamentos del Consejo de Salubridad General de México (está validado por la FDA en Estados Unidos) que permite detectar si un paciente con cáncer de mama puede evitar, o no, la quimioterapia y, por otro lado, elevar la efectividad del tratamiento indicado por el médico.

“En los últimos veinte años hemos ido aprendiendo de la genética que, en función de la expresión de los genes de los pacientes, podemos entender cuál es el tratamiento que específicamente va a responder en el caso de cada persona, entonces también sabemos, a través de los genes, cuándo un medicamento funciona o no y en qué dosis, o cuál es la probabilidad que tengo de padecer una enfermedad oncológica o cardiovascular”, resalta.

Asimismo, y en el contexto de la pandemia, Juana Ramírez considera que uno de los aspectos positivos es que todos, de una u otra manera, nos hemos ocupado del tema de la salud, dándonos cuenta de la importancia que tiene, por ejemplo, cuántas camas y respiradores hay y si los médicos y el personal cuentan con el equipo necesario para desempeñar su labor pues todos, en un momento dado, hemos sido, o vamos a ser, pacientes y la pregunta es en qué sistema de salud queremos atendernos, por lo que tenemos mucho qué aportar para mejorar lo que hoy tenemos.

“COVID-19 es un momento para humanizarnos, para entender que existen diferencias sustanciales en la manera en la que cada uno enfrenta los impactos económicos, sociales y emocionales que tiene la pandemia y por lo tanto necesitamos líderes mucho más sensibles en todos los ámbitos”, sostiene, además de enfatizar que como grupo respondieron eficientemente a los retos que se presentaron con el nuevo virus, teniendo ante sí un 2021 con grandes expectativas.

En torno a su faceta como escritora, adelanta que ya está realizando la segunda parte de Historias de guerreros, libro en el que abordará las historias de los médicos, a diferencia del primer volumen en el que habló sobre los pacientes que enfrentan el cáncer. Asimismo, acaba de estrenar el cortometraje Médicos mexicanos en línea de batalla y está produciéndose un segundo que será sobre las mujeres en la Medicina. Todo lo recaudado por estas obras se destinará a la Fundación Guerreros contra el Cáncer, que ella también creó.

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