Juan Carlos Villegas nació en una comunidad al oeste de Zacatecas llamada Potrero Gallegos, en Valparaíso. La vocación artística le ganó a la formación en Derecho y a sus 21 años abandona la carrera y se adentra en talleres de pintura, dibujo, grabado y cerámica.
Su primer maestro dentro de este ámbito fue Emilio Carrasco, referente artístico y, más tarde, con Alejandro Nava, artista plástico fundador del Taller de Pintura y Grabado Julio Ruelas, quien desarrolló su carrera principalmente en el estado.
La pintura es su principal eje de búsqueda y de trabajo. Se volvió su oficio, pero no sólo eso, sino que transformó su forma y estilo de vida. Con 28 años de experiencia, este camino inició con pasos trémulos y más tarde se logró constituir bajo sus propios intereses.
La influencia de su obra se ve marcada, en un inicio, por diferentes figuras, entre la que destaca Francisco de Toledo, principalmente en su obra gráfica y dibujo. En cuanto a la pintura, sus influencias más inmediatas fueron el círculo zacatecano de pintores como Carrasco, Alejandro Nava, Felguérez y otras importantes figuras como Lilia Carrillo y Fernando Szyszlo.
Con conocimientos previos y observando con nuevos ojos el terruño que lo vio crecer, encontró en la pintura figurativa una corriente en la cual desenvolver su discurso. Las influencias y referencias ayudan a dar pie a nuevas percepciones de creación, es por eso que para encontrar la propia se inspiró también en el trabajo de Piero della Francesca, artista del movimiento conocido como «quattrocento italiano», así como de Balthus y Francis Bacon.
“En la actualidad puedo decir que mi estilo ha ido un poco en ese tenor, pero igual siempre vuelvo a retomar cosas de mis inicios, es decir: puedo regresar sin ningún problema a pintar cosas abstractas, o cosas muy figurativas, o hacer una simbiosis de las dos; y como aún estoy en eso, no podría decir que mi “estilo” está definido, la búsqueda sigue y me gusta la idea de que siga así mientras viva”.
La soledad y los procesos
En los temas predilectos las ideas se desarrollan con base en las experiencias y los conocimientos adquiridos, para Juan Carlos Villegas existen dos tópicos que sin duda han marcado su obra: el ensimismamiento y la huella del humano, específicamente en su relación con el entorno y el paisaje.
La representación de la condición humana a partir de la soledad y el ensimismamiento lo hace con “personajes que traen dentro de sí toda una carga de vida y de circunstancias particulares”. El propio pintor menciona:
“Esto es un tanto complicado porque es fácil -y no deseable- caer en lo anecdótico; me interesa remarcar ciertos elementos en el personaje, pero también me parece importante mantenerlo dentro de un aura de misterio.”
En cuanto al paisaje y su relación con lo humano, describe que se trata de un tema que no precisamente necesita de personajes. Algunas veces estos cuadros surgen de técnicas muy definidas hacia lo realista, otras se inclinan por una representación con elementos abstractos.
La creatividad y los procesos que maneja en los cuadros los hace de manera distinta puesto que no tiene como tal una rutina definida o clara a la hora de pintar, dándoles vida porque no surgen de un ritual automatizado. Si bien Zacatecas no forma parte de sus tópicos, explica que es normal que al final este entorno en el que ha vivido permee su pintura.
Una trayectoria que escapa del marco a la continuidad
Para Villegas, el momento que marcó una diferencia fue su primera exposición, llamada “Lote de Parias”, en donde representó a un conjunto de personajes como “parias” de distinta índole dentro de su entorno particular. La cosecha de experiencias, menciones y exposiciones se dieron a partir de aquí en su carrera artística profesional:
- 1995. Obtuvo Mención Honorífica en el Salón Estatal de Pintura Francisco de Santiago.
- 1996. Primer Premio en el Salón Regional de Pintura Zacatecas 450 Aniversario.
- 2002. Seleccionado en el Primer Salón Estatal de Pintura Juan Manuel de la Rosa.
- 2004. Participó en la VI Bienal Nacional Diego Rivera, en Guanajuato.
- 2010. Participó en la Segunda Bienal de Pintura Pedro Coronel.
Sus exposiciones han sido diversas, algunas en conjunto, otras individuales, pero son constantes al paso del tiempo. Ha estado presente en diferentes espacios culturales tanto dentro del estado, como del país y del extranjero. En 2013 presentó “Imaginario/Imaginaire” y “Gravures de Juan Carlos Villegas”, en Besançon, Francia.
Tres años más tarde expuso “Onironautas”, en San Piero Patti, Sicilia, Italia. En este mismo lugar realizó un mural, y en la CDMX formó parte de un proyecto de la Fundación Grupo Milenio. En 2018 participó en la exposición colectiva de artistas zacatecanos de la XIII Bienal FEMSA. En 2019 fue jurado de la Bienal Pedro Coronel.
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