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El arte de convertir historias en joyas

Comunicóloga de profesión, Dinora Ramos aprecia las historias mexicanas. Tanto, que se inspira en ellas para expresar su pasión y hacer negocios a través del diseño de joyería.

Lo que empezó como un hobby hace cinco años, cuando dejó su natal Saltillo para venir a Aguascalientes junto con su esposo, actualmente es una marca de joyería que ha crecido 100 por ciento en el último año, que trabajo con artesanos de Aguascalientes y otros estados del país y que exporta pedidos a Estados Unidos, Sudamérica y Europa.

“Lo que diseño y lo que hago es conforme historias que voy conociendo. Me escriben en Facebook: oye, Dinora, me pasó esto… Por ejemplo, Los Hijos del Maiz es una historia de una chava que su mamá es su abuelita, son de Michoacán. Y está tan bonita la historia que, yo sin conocerla ni tener ningún vínculo, solamente por lo que me escribió, hice unos aretes”, cuenta esta empresaria y madre de familia.

Además de una familia huichola que reside en Aguascalientes, la diseñadora trabaja a distancia con artesanos de Coahuila, Guerrero y Jalisco, a los que ocasionalmente visita. La intención no solo es preservar la cultura mexicana, sino ponerla de moda.

“Hacer una combinación artesanal con chic y hacer una fusión para que la mujer actual pueda utilizar eso y se sienta orgullosa de traer algo mexicano, a la moda y que vaya con su outfit”, explica.

Pero el éxito no llega solo. En su recorrido emprendedor, Dinora ha contado con aliados estratégicos como Frida & Co., la plataforma de apoyo al diseño mexicano con los mismos objetivos que ella.

“Son muy trabajadores, muy talentosos. Es difícil encontrar con quién hacer mancuerna. Que la gente empiece a ver que traer algo de un diseñador mexicano también es fashion, también te hace ver bien (…) Y ellos tienen gran interés de lograr eso. Es una de mis convicciones, apoyar la moda nacional porque, con eso, la economía mejora”, comenta.

Además de alianzas, considera la emprendedora, los negocios son una carrera de resistencia que demanda seguridad, paciencia, valor y disciplina… pero sobre todo, pasión.

“La pasión es primordial, pero la tienes que combinar con organización y administración porque (…) se te va a acabar el dinero, se te van a acabar las fuerzas, te vas a cansar, vas a llorar, vas querer aventar todo. Diseñar accesorios que cuenten historias, que apoyemos el trabajo artesanal de diferentes indígenas de México, esa es mi pasión”, reflexiona.

Y la historia de Dinora Ramos Jewelry tiene todos esos elementos. Inició con la inquietud de una mujer que se aburría de sus accesorios y los rediseñaba; que comenzó a vender cuando no le cabían más en su clóset y que terminó por crear la marca Rosa Mexicano. Aunque esa marca es ahora su nombre, Dinora recuerda en plural cuando el camino recorrido y dibuja el que hay por recorrer.

“En 2016 queremos abrir más distribuciones en diferentes partes de México. Ya estamos en diferentes estados; queremos estar por lo menos en tres más e incrementar nuestros envíos a Estados Unidos y al extranjero. De aquí a cinco años nos vemos ya como una empresa bien cimentada, con franquicias en diferentes partes”.

 

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