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Joven aguascalentense inventa fórmula para reciclar el unicel

Daniela Díaz, de 22 años,  estudiante del último cuatrimestre de la carrera en Ingeniería Mecatrónica en la Universidad Politécnica de Aguascalientes ha desarrollado la fórmula para darle un segundo uso al unicel.

A partir de un trabajo escolar, la aguascalentense, tuvo la iniciativa de crear una herramienta que le permita limpiar las pequeñas hendiduras de su computadora y otros artefactos electrónicos.

Basándose en la fórmula del Instituto Politécnico Nacional para convertir el unicel en impermeabilizante, Daniela Díaz generó una masa con la densidad suficiente para recoger las partículas de polvo y no dejar residuos, el “Cleanito”.

Realizando modificaciones al “Cleanito” surgió una masa que servía como producto de rehabilitación para personas que habían perdido movilidad en las manos; la masa era más suave, sin aroma y le permitía al paciente rehabilitarse con material reciclado que tarda hasta 500 años en degradarse. El producto que lleva por nombre “Reinstruc”  ha tenido un gran éxito entre la población, pues resulta ser amigable y de grandes beneficios.

“En una base de una solución que salió en el Politécnico de México que es reciclada, viene del unicel entonces no contamina, al contrario está generando que en lugar de 500 años que se tarda en desintegrar el unicel ahora ya se tarda 20 segundos en transformarlo y se convierte en la masita”.

Sin embargo un error mientras realizaba más productos, llevó a Daniela Díaz a encontrar la manera de solidificar el unicel y convertirlo en la materia prima para otros artículos.

Relató a Líder Empresarial que fue hasta el día siguiente de haber preparado la masa, cuando se percató que la masa se encontraba sólida, situación que llamó su atención pues ni siquiera en refrigeración se logra ese estado, “empecé a ver en qué me había equivocado y ver cómo fue el error. En un solvente me pasé, entonces al cambiar eso la masa se podía reciclar y al reciclarla se podía solidificar”.

La solución derretida por el calor de los solventes toma la forma según el recipiente en el que sea depositada, sin necesidad de pasar por máquinas inyectoras de plásticos.

La joven aguascalentense expresó esta fórmula es una llave a muchas puertas, más allá de las personales, para el medio ambiente, “es una solución a la excesiva contaminación del unicel, un acceso a nuevos retos, un sí se puede de los mexicanos”.

Próxima a titularse y con una fórmula patentada, Daniela Díaz expresó que su meta es estudiar una maestría, por lo que ya ha visualizado varias opciones entre ellas: el potsgrado en Ingeniería de las Ciencias en el Instituto Tecnológico de Querétaro.

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