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José Solís: Pensar en grande, actuar en pequeño

En el ámbito empresarial, ciertas historias de éxito nos inspiran y brindan valiosas lecciones. Un ejemplo destacado es José Solís, actual director ejecutivo para las Américas de la Clínica Mayo. A lo largo de su carrera, sin importar las circunstancias, ha sido un modelo de tenacidad, esfuerzo y capacidad de perseguir un futuro mejor. 

Solís emigró de México a Estados Unidos luego de que su madre enfermara de cáncer por cuarta vez. Al encontrarse en un nuevo país encontró múltiples desafíos, como el desconocimiento del idioma y la falta de conexiones. A pesar de los obstáculos, su dedicación y habilidades le valieron convertirse en un referente en el área médica de Estados Unidos y Latinoamérica.

José Solís: La tenacidad como motor del éxito

Graduado en contaduría pública por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), al llegar a Estados Unidos comenzó trabajando como jardinero y posteriormente en una casa de empeño, mientras tomaba clases de inglés en una universidad comunitaria.

Fue durante esos primeros años cuando ingresó como voluntario en el Hospital Metodista de Houston, mientras esperaba que su madre recibiera tratamientos, sin saber que este empleo sería el comienzo de su carrera en el área médica. 

Luego de cuatro semanas en el hospital, Solís tomó un puesto de intérprete, aunque tenía un conocimiento limitado del idioma. Sin saberlo, arrancaba su carrera profesional en el área médica internacional.

“La oportunidad que tomé fue un parteaguas en mi vida, aunque yo no entendía la dirección de lo que estaba haciendo”, resalta.

Posteriormente fue elegido como integrante en un comité de calidad en el hospital, un puesto que le permitió realizar proyectos internacionales y compartir su conocimiento sobre la estructura interna del hospital. Durante este periodo también realizó una maestría en Negocios Internacionales por la Universidad de Santo Tomás en Houston, Texas.

“Yo pensaba que este era uno de los peores momentos de mi carrera, porque no estaba practicando mi profesión. Yo no veía el impacto de lo que estaba haciendo”, argumenta.

En 2011, el hospital Johns Hopkins lo reclutó para ser su Director de Servicios Globales, convirtiéndose en el primer mexicano en ostentar este puesto. Ahí trabajó por múltiples años, hasta que fue reclutado por la Clínica Mayo, la mejor institución médica de Estados Unidos, para convertirse en su director ejecutivo para las Américas y dirigir su estrategia internacional.

“Mi currículum cuenta la historia de muchos cambios. Mi historia laboral, profesional y académica es de muchos fracasos, pero mi historial actual demuestra una cosa: resiliencia”, comenta.

Piensa en grande, actúa pequeño, muévete rápido

A pesar de los desafíos que enfrentó José Solís a lo largo de su carrera, considera que entre los factores claves para su éxito se encuentran mantenerse fiel a quién es y nunca olvidar los consejos que le dieron sus padres.

Desde muy joven, Solís recuerda que su madre lo animaba a enfrentar cada día con la cara en alto, aún en medio de los problemas, ella decía siempre: “Para arriba y para adelante”. Esto lo incentivó a soñar en grande, sin importar cuáles fueran los obstáculos que enfrentase en el camino o los errores que cometiera.

“Cambiar la salud de Latinoamérica no se logra con sueños pequeños. Se logra pensando en grande, actuando en pequeño, pero moviéndote rápido”, reflexiona el empresario.

José afirma que, con los principios aprendidos desde casa, logró desarrollar las habilidades necesarias para ocupar puestos de liderazgo. Incluso cuando muchas personas le han cerrado la puerta, remarca que lo más importante para obtener el éxito es mantenerse fiel a sí mismo.

“Aplico los principios que me enseñaron desde casa: aprender, escuchar, tener la humildad de cambiar y tener el compromiso profesional de mantenerme al día”, concluye Solís sobre su trabajo.

Crear conexiones genuinas en el mundo empresarial

Además de su familia, José Solís considera que gran parte de su éxito empresarial se debe a las relaciones que ha nutrido a lo largo de sus años de experiencia. Desde que ingresó como voluntario al Hospital Metodista de Houston conoció a su primer mentor, quien desde entonces lo ha acompañado y orientado.

Con el tiempo fue adquiriendo nuevos mentores y compañeros, que le ayudan a ver las deficiencias en su trabajo y le ofrecen críticas constructivas que enriquecen su labor.

“Una de las relaciones más importantes que tengo hasta el día de hoy es mi relación con mi mentor de hace veinte años. Quien me orienta y también me dice en qué me equivoco. Ahora lo veo como una joya, en lugar de pensar que me están criticando”, afirma.

En este sentido, el director ejecutivo de Clínica Mayo comparte que, como humanos, nos es imposible hacer las cosas solos, sin importar el rango que ostentemos. Por este motivo, una de las claves del crecimiento laboral y empresarial es crear conexiones genuinas con otras personas, sin importar su rango.

“Tú puedes creer que puedes hacerlo solo, porque tienes un rango académico, o porque tienes un puesto directivo. La verdad es que no, trabajar en equipo es fundamental. La gente te enriquece más de lo que crees”, señala.

En este mismo sentido, José concluye que mantener una relación sana con las personas que nos importan y con nosotros mismos es una clave para el éxito no solo dentro del trabajo, sino en el ámbito personal

“El trabajo nunca se acaba. Tu salud, tu tiempo y tu familia sí. Mi deseo entonces es tener un buen balance y estabilidad entre mi familia y el trabajo. Aprendí que no todo lo puedes resolver tú solo, hay cosas para las que tienes que pedir ayuda y hay cosas que sencillamente no van a cambiar”, finaliza Solís.

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