“Vengo con el aprecio de hermano, vengo de manera fraternal y con toda humildad a pedirles que me apoyen, a quienes vayan a la Convención, me escojan como candidato a la presidencia de la República». Así inició José Antonio Meade Kuribreña, precandidato presidencial de la República por el PRI en alianza con el PVEM y NA, su discurso ante militantes y seguidores del partido, ofrecido el día de ayer en la Línea Verde, una de las obras representativas de la gestión de la exalcaldesa priista Lorena Martínez.
A la cita acudieron centenares de personas -tal vez poco más de mil-, la mayoría de ellas mujeres y adultos mayores, provenientes de los distintos municipios del estado. La reunión, programada a las 16:30, no empezó puntual. La llegada Meade se retrasó. Mientras tanto, los organizadores intentaban, la mayoría de las veces de manera infructuosa, motivar a los asistentes a que demostraran su apoyo por el precandidato. “Se ve, se siente, ¡Pepe Presidente!” entonaban los animadores, sin encontrar mucha réplica del público, salvo de las personas venidas de San Francisco de los Romo y la Confederación Nacional Campesina..
Al lugar se apersonaron algunos jóvenes, cuatro o cinco, colocándose detrás del escenario donde hablaría Meade, levantando pancartas con consignas en contra de la Ley de Seguridad Interior -apoyada por el precandidato- y del aspirante a Los Pinos.
Solo en ese momento, parte de los seguidores y militantes se levantaron de sus asientos (dispusieron sillas en la parte central y gradas en los flancos) para increpar a los manifestantes. Sus gritos fueron rápidamente contenidos por los organizadores, quienes recordaron que se trataba de un evento pacífico y que para demandar respeto, había que mostrarlo de igual manera. Momentos después, seguidores del Revolucionario Institucional se colocaron enfrente de los contrarios para tapar sus consignas, cargando sus propios carteles con leyendas afines al precandidato.
El calor y el sol no daban tregua, pero aun así, la gente, de a poco, seguía apareciendo. Poco después de las 17:00 horas, se anunció que José Antonio Meade estaba llegando al lugar, lo que desató, ahora sí, los ánimos y gritos de los asistentes, quienes velozmente se agolparon alrededor de las vallas acomodadas para que el pretendiente presidencial pudiera pasar. El recorrido hacia el escenario se alargó poco más de veinte minutos, en los que Meade, de manera afable, no negó ninguna fotografía, ningún saludo, ningún abrazo.
Atrás de él, le seguían el exgobernador del estado, Carlos Lozano de la Torre, y la expresidenta municipal, Lorena Martínez. “¡Lorena, Lorena!” gritaba el público, quien no escatimó esfuerzos en hacerle notar el cariño a la tabasqueña, quien respondió a los vitoreos con sonrisas. Lozano de la Torre también fue aplaudido.
«Me da mucho gusto estar en Aguascalientes: estado de cielo bueno, de agua buena, pero sobre todo de gente extraordinaria. Muchas gracias por recibirme con afecto y permitirme desearles desde aquí un feliz año nuevo”, manifestó, ya arriba en el escenario, arrancando los gritos de los asistentes.
Continúo alabando al estado, recordando lo logrado por las administraciones priistas de Carlos Lozano de la Torre y Lorena Martínez. Agradeció la presencia de ambos, además de la de distintos diputados locales y federales, delegados; así como de la compañía Augusto Gómez Villanueva. Asimismo, dio las gracias por la concurrencia de la red Jovenes x México y de distintos sectores y organizaciones, como la CNC, la Confederación Nacional de Organizaciones Populares y la Confederación de Trabajadores de México, a los ferrocarrilleros y trabajadores presentes.
«Aguascalientes es un estado que lleva 50 años sin conocer lo que es una huelga,un estado que gracias a ustedes han construido un gran espacio de prosperidad, de diálogo y de productividad».
Tras reconocer las bondades del estado, Meade giró su discurso hacia distintos sectores. Empezó con los campesinos, a quienes les dijo que «hemos recorrido juntos el campo de Aguascalientes, y vamos a ser que sea grande y próspero, con crédito en mano de los productores; con tecnología, con capacitación, con comercialización. Vamos a caminar juntos, vamos a caminar de la mano».
Prosiguió con los adultos mayores, enfatizando en la creación de políticas públicas hacia un sector que exige “soluciones específicas en materia de salud, de educación, de alimentación, en términos de alternativas de empleo”. Finalizó diciendo que le daba gusto escuchar a las mujeres, “mujeres que son el centro de nuestra familia, mujeres que emprenden, mujeres que tendrán la mitad de nuestras candidaturas”.
«Muchas gracias por estar aquí, por aceptar que caminemos juntos. Muchas gracias por la oportunidad de dialogar. Es mucho lo que está en juego este 2018, es mucho lo que tenemos que aportar. Tenemos que aportar experiencia, aportar confianza, aportar certidumbre. Aportar la pasión de una militancia que todos los días abre sus puertas. Vamos por todo, vamos con entusiasmo y vamos a ganar» finalizó Meade. Mientras tanto, una parte del público, especialmente de la tercera edad, iba vaciando sus asientos y enfilándose hacia la salida.
“Tenemos mucho calor”, dijeron.