Es un hombre ocupado, un empresario minucioso y discreto. Jorge Brand tiene un estilo desenfadado, su personalidad es sencilla y accesible; “es uno más”, como él mismo se describe.
Ingeniero egresado del Tecnológico de Aguascalientes, Jorge se ha desarrollado por más de veinte años en el sector gastronómico, conoce su oficio a la perfección y asegura que es un espacio donde se aprende a servir con entusiasmo y diligencia. Encontrar colaboradores que coincidan con este afán ha sido posible porque Aguascalientes es una comunidad con alto espíritu de servicio: “Somos gente amable, hospitalaria y solidaria. Los obreros, trabajadores de la construcción, artesanos y muchos otros se distinguen por ser muy serviciales; pero también los grupos empresariales, los profesionistas y comerciantes se caracterizan por su afán de apoyar, tanto a una persona como a una causa en general”.
Para él, servir a los demás significa que cada individuo en su entorno siempre tendrá muchas riquezas que dar; riquezas simplemente humanas, pero muy valiosas, como un saludo, una sonrisa, un apoyo físico, un consejo o una felicitación, algo que sirva como impulso de ánimo para quien se propone enfrentar un reto.
A sus cuarenta años, Jorge Brand asegura que apenas está iniciando sus proyectos más importantes, tanto empresariales como sociales. Es presidente honorario de la Fundación Generación en Movimiento, a través de la cual apoya diversas actividades culturales y deportivas; patrocina al equipo de fútbol americano Halcones de Aguascalientes; y ha estado en el servicio público como regidor del Ayuntamiento de Aguascalientes.
Dice que son tan amplias las posibilidades que todos tenemos para servir, que solo necesitamos una buena intención: nuestros actos serán más significativos cuanta mayor alegría tengamos, porque nadie puede ofrecer un bien, si no va de por medio el gusto de hacerlo, lo cual simultáneamente se convierte en felicidad.
“Soy un convencido de que en el espíritu de servicio se expresa, en buena parte, la naturaleza de nosotros mismos, de nuestros valores personales, de la formación que recibimos en el hogar, de la calidad de nuestros pensamientos. Si bien sabemos dar, será bueno y abundante lo que recibiremos de nuestros semejantes; pero lo más importante es que nadie se atreva a dar algo o a servir, si no tiene la convicción y la generosidad para hacerlo”, explica.
Jorge Brand tiene un panorama completo de lo que ahora se vive en nuestra entidad. Destaca que todos estamos moral y socialmente comprometidos a servir, a ser solidarios y cultivar una convivencia social más amable, sobre todo ahora que vivimos un incesante bombardeo de información y circunstancias que nos materializan y nos vuelven indiferentes.
“Hay que tener presente que el espíritu de servicio nace de la actitud personal y se convierte en una filosofía de vida”, concluye.