Quizás sea por sus orígenes o por una vocación construida con los años, John Cypher representa la unión de diversas culturas. Nacido en Kingsville, Texas, es hijo de padre texano y madre mexicana, de la Ciudad de México. De labor en labor, pasando por la empresa privada hasta llegar a su actual puesto como Vice President of International Investment and Trade en The Greater Houston Partnership, John Cypher ha entendido los sentidos de la palabra “global”.
Recuerda las diferencias en las convivencias familiares: si su padre tenía una hermana y un hermano, su familia mexicana era mucho más numerosa (y ruidosa). Pasaba los veranos en México y realizó tercero de secundaria en el entonces Distrito Federal. Volvió a Estados Unidos, estudió en Austin, pero nunca perdió esa conciencia intermedia para tender lazos comunes.
Al graduarse, comenzó a vender consumer package goods (bienes de consumo envasado) de México en EUA; representaba a marcas nacionales en todo el territorio estadounidense, como Jugos del Valle, Frijoles de la Sierra, Barrilito o Arrocera Covadonga. Su suite de servicios incluía ventas, logística, marketing, entre otros. No obstante, no todas las empresas estaban preparadas para entrar a ese mercado.
Por ello, con los mismos socios arrancó una empresa de brokerage y así proporcionar los servicios intermedios para crear puentes. Eran finales de los 90 e inicios de los 2000, años en los que se probaron las nuevas posibilidades del T-MEC: marcas mexicanas latinoamericanas apuntaban hacia el norte, lo mismo que estadounidenses lo hacían al sur.
Su vida laboral dio un viraje hacia productos de Health & Beauty Care (HBC). Con su propia empresa, Bullie, atendía a mercados de ingresos altos: estaba presente en Barney’s New York, Saks Fifth Avenue en Nordstrom, en Neiman Marcus, etc. La marca fue reconocida y premiada por medios de renombre como Esquire, Men’s Health Magazine, GQ, Women’s Fashion, NY Times o Washington Post.
Luego recibió la invitación del extinto fideicomiso ProMéxico, perteneciente a la Secretaría de Economía y destinado a al comercio y la inversión internacional, “para ver toda la parte suroeste y para promover el desarrollo económico de empresas mexicanas en el exterior”, comparte.
La experiencia fue muy satisfactoria: se preparaba a empresas para la exportación y la internacionalización; muchas de ellas se insertaron en las nuevas reglas del juego global. John Cypher había vuelto al camino de crear puentes.
Houston y México, un lazo próspero
Es de común conocimiento la importancia del lazo comercial entre Estados Unidos; no lo es tanto, el de Houston con México. Según comparte John Cypher, Houston (no Texas como estado) representa para México alrededor de 27 a 30 mil millones de dólares anuales, una cantidad que supera, por ejemplo, a socios importantes como Alemania. Esta importancia económica tiene su correlato cultural: una larga historia de intercambio entre ambos países que se refleja en sus habitantes y en sus formas de vivir.
Houston es, sin duda, una ciudad multicultural e inserta en ese contexto, nos pide nuevas habilidades:
“Cuando yo empecé, era muy importante tener un par de lenguajes, eso con el tiempo y las nuevas tecnologías no va a tener tanta importancia; no obstante, lo que sí va a tener importancia es la parte cultural: poder entender a la gente de otros países, saber cómo piensan, cuáles son sus valores, cómo actúan en los negocios. Tú puedes traducir lo que quieras, pero la parte táctica entre persona y persona es fundamental”.
“Se trata de aprender a tener la mente abierta para aceptar que la gente trabaja un poco diferente, ajustar y adaptarte para que los dos partidos hagan un logro”, refuerza.
Greater Houston Partnership, el sentido de acompañarse
La historia de Greater Houston Partnership (GHP) es, por decir lo menos, intensa. La Guerra de Independencia de Texas se dio entre 1835 y 1836; si bien México nunca reconoció como tal su independencia, fue tras la anexión de Texas a Estados Unidos en 1845 y el Tratado de Guadalupe Hidalgo de 1848, resultado de la guerra entre México y EUA, que México cesó los reclamos ante el territorio texano.
En 1840 se fundó una cámara de comercio, con la conciencia de que el socio comercial más importante sería México. “Houston es una ciudad muy global, eso no se dice suficiente, pero siempre ha visto al exterior”, señala John Cypher.
En 1989, la cámara se expandió e integró a agentes del sector civil, del gobierno y del sector privado con la misión de trabajar en conjunto para impulsar globalmente a Houston; GHP nació con esa vocación.
Siendo el World Trade Center de Houston, GHP agrupa entre 900 y 1000 miembros al año: “la alcaldía, el sistema de aeropuertos, el sistema portuario, las universidades, las más grandes empresas de la industria privada, todos son miembros. Si tenemos ahí un desafío grande, buscamos convenir una solución de toda la comunidad”, comparte.
Como Vice President of International Investment and Trade, John Cypher y su equipo se encargan del aspecto económico. No es poca cosa. “Si Houston, no Texas, fuera un país, sería el número 24. Texas ya sería el número 8 si fuera independiente”.
Aparte del equipo encargado de atraer inversiones de otros estados de EUA, el equipo de John Cypher tiene tres directores con sus respectivos equipos: uno se encarga de las Américas, otro de Asia, y otro de Europa, África y el Medio Oriente. Buscan conectar, atraer y construir en conjunto.
Houston tiene uno de los cuerpos consulares más grandes de los Estados Unidos (alrededor de 70) y el equipo de John Cypher los apoya en el aspecto comercial. Hacen giras comerciales, reciben a representantes de empresas o del servicio público de diferentes países:
“Dentro del Partnership, nosotros tenemos en cualquier año por ahí de 120 delegaciones que nos visitan. Para poner eso en perspectiva, hay 220 días hábiles en un año. Hay muchas semanas que tenemos alguien aquí diario”, apunta.
Entre tantas visitas, GHP logra distinguir lo esencial: quién está dispuesto (y capacitado) para invertir; actúan de manera acorde, con una suite de servicios para apoyarlos.
“Cada año, cada día, cambia el trabajo. Es lo más interesante. No hay un día igual, no hay una persona igual”, remarca.
El futuro de Houston
Parte del trabajo de Greater Houston Partnership se trata de crear el futuro. De la mano de sy Advisory Comittee y de consultoras, GHP delinea estrategias para apuntalar hacia nuevos liderazgos. Uno de los más potentes actualmente tiene que ver con aprovechar las cualidades de la ciudad y del estado de Texas.
Texas es el estado más verde de EUA: tiene la mayor cantidad de energía eólica del país y recientemente superó a California en la solar. Si Houston tiene una larga historia en el petróleo y el gas, la aspiración es convertirla en la capital de la energía.
Sus ventajas son múltiples, como el hidrógeno, comparte John Cypher. The Center for Houston’s Future, miembro de GHP, logró que se estableciera en Houston un Regional Clean Hydrogen Hub; esto forma parte clave de la geografía de la extracción de hidrógeno en el Golfo de México.
Otra es la captura de carbono del aire. En King Ranch, Kingsville (donde nació John), se va a desarrollar uno de los proyectos para Oxxy de carbon capture. Exxon también está haciendo ese procedimiento e insertándolo en el Golfo de México.
La apuesta desde GHP está en la transición: “estamos desarrollando nuevas tecnologías para el futuro de la humanidad, para que cambiemos, hagamos esa transición de ‘the molecule to the electron’, como dice Total Energy”. No es desde luego, el único sector enfocado: la tecnología sigue.
Con toda esa expertise acumulada, John Cypher comparte una serie de claves para aquellas empresas que busquen abrirse mercado internacionalmente:
“Tienes que estar preparado para hacer los gastos necesarios, tomar esos buenos pasos y llegar súper preparado para no vender a corto plazo, si no a largo”. También remarca algunas cualidades: flexibilidad, paciencia y un mindset muy abierto. Su historia como constructor de lazos entre culturas lo testimonia.