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Jerez de García Salinas, zona de riqueza entre el cinturón minero

Hablar de Jerez de García Salinas es evocar un tiempo anacrónico donde conviven los versos de López Velarde, la algarabía del tamborazo y la calidez del día. Anacrónico, pero geográficamente localizable. Debido a su abundancia vegetal y localización estratégica, en medio del cinturón minero entre Zacatecas y Fresnillo, se ofrece como un lugar de retiro para escapar de la cotidianidad.

Producción agropecuaria

La producción agropecuaria es uno de los motores más sobresalientes que accionan la economía jerezana. Las condiciones geográficas y climatológicas, aun con las variaciones estacionarias, son las adecuadas para mantener los productos vigentes y al alcance de la región.

Pertenece a la zona cálida subhúmeda de Zacatecas, con temperaturas que oscilan entre los 12° y los 22°. Debido a su prosperidad agrícola se destina la mayor parte del territorio rural a esa actividad. Son líderes en la producción de durazno (3,000 hectáreas) y ciruelo (1,200 hectáreas), aunque también se destacan por la calidad en cultivos de manzana, chabacano y membrillo. El comercio de estos productos propicia la visita de los habitantes de la zona rural a la ciudad.

Es posible decir que la principal cadena productiva es la ganadería. De manera local predomina el ganado bovino de doble propósito (carne y leche). Sin embargo, “debido a la tradición y gracias a la ubicación geográfica, se capta ganado de municipios vecinos, para exportarlos posteriormente a distintos puntos de la República Mexicana y la Unión Europea”. 

Turismo

Gracias a las estrategias de fortalecimiento de la economía local, el turismo se alza como la actividad económica más importante, pues sobrepasa en proporción, a la producción agropecuaria. Cuenta con 422 cuartos en 23 hoteles, listos para albergar a más de 180,500 visitantes durante todo el año. Si bien, los ingresos económicos son constantes, se registra mayor productividad en los meses de marzo y abril, logrando una derrama económica anual de más de 230 millones de pesos.

Declarado como el primer Pueblo Mágico de Zacatecas en junio de 2007, Jerez reafirma su compromiso con la memoria histórica del estado. Desde su fundación casi simultánea con Zacatecas, ha sobresalido como el sitio de descanso más recurrente para los capitalinos. En la actualidad, gran parte de la economía jerezana se basa en dicha correspondencia.

«La fiesta» es un rasgo inherente al municipio, “se distingue por las celebraciones y festivales que realiza”. La música jerezana por excelencia nació en la localidad El Cargadero, pero desde que se apropió de la Plaza Principal invita a los visitantes desde el mediodía.

La Feria de Primavera, el domingo de Carnaval, sus festejos previos a la Pascua y la Jerezada, contribuyen a su aspecto festivo. Al ser una de las ferias más antiguas de Zacatecas, se ha integrado en el gusto del público debido a su carácter legendario y tradicional. “El Sábado de Gloria, recibe a más de 50,000 visitantes nacionales e internacionales que disfrutan de su ya famosa Cabalgata, en la que participan hasta 5,000 jinetes que recorren las principales calles de Jerez durante el día.”

Si lo que se desea es una visita más cercana al pueblo provinciano de la poesía velardiana, más vale añadir al itinerario los sitios arquitectónicos más emblemáticos: Teatro Hinojosa, Museo Ramón López Velarde, Edificio De la Torre, Portal de las Palomas, Portal Inguanzo, Jardín Rafael Páez y el ecléctico Panteón Museo de Dolores. Para turismo religioso, los dos sitios imprescindibles son el Santuario de Nuestra Señora de la Soledad y la Parroquia de la Inmaculada Concepción.  

Incluso existe una opción para el ecoturismo. La Sierra de Cardos es “un imponente escenario natural ubicado en el noreste del municipio, muy cerca de la Sierra Madre Occidental”. Debido a su vegetación abundante es un espacio ideal para el trekking o paseos a caballo, también para actividades extremas como rappel o motocross. 

A la carta

La gastronomía jerezana es una de las más representativas de Zacatecas, gracias al flujo de productos locales y la influencia gastronómica de la región. El platillo de fiesta preferido es el asado de boda, para los días comunes las tostadas, nieves de garrafa y «raspanieves».

Hay establecimientos que acercan a los turistas a la vida local como El Paraíso, que popularizó las raspanieves y tabernas como Tizoc y El Carta donde prevalece la esencia cantinera de antaño.

En esta rama existen dos empresas que han hecho de los productos jerezanos poco convencionales un bien distribuible más allá de las fronteras del estado. Vinos la Casona se dedica a la producción artesanal de vinos, aperitivos y cremas. Fervi es una empresa familiar especialista en la fabricación del tradicional chocolate de metate, se mantiene vigente incluso ante el aumento de demanda. 

Artesanías

Las arracadas jerezanas, debido a sus figuras distintivas, son una constante entre los amantes de las artesanías. Gracias a su diseño, estos accesorios se han vuelto parte de la identidad del municipio.

Con cuero, pita y hasta plata, la talabartería ha ganado importancia desde a mediados del siglo pasado. A pesar de su cercanía con la zona talabartera de Jalisco, las creaciones jerezanas tienen su propia esencia, se elaboran cintos, sillas de montar y demás piezas decorativas. 

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