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Javier Díaz Riva Palacio, el artista zacatecano que crea desde el autodidactismo

El inicio de la carrera de Javier Riva Palacio y sus primeros pasos en el dibujo se ven impulsadas por su abuelo, Vicente Riva Palacio, quien lo impulsa a tomar sus primeras clases de dibujo a corta edad. Más tarde el joven tomaría un camino autodidacta, principalmente impulsado por talleres de cerámica, herrería, carpintería y fundición.

Otro de los apartados más importantes dentro de su formación artística fue en París, Francia. Ingresó a una fraternidad en donde estudió simbología universal aplicada a la iconografía contemporánea. Más tarde tomó un taller con el Maestro Giancarlo Lepore en la Universidad de Urbino, Italia, en donde practicó técnicas de escultura en cuero, entre otras.

De tópicos e influencias

El camino que se recorre para encontrarse a sí mismo es meramente complicado, lo mismo cuesta expresar al ser tal y como se le concibe. Si bien no se trata de algo imposible, el ser siempre se ve enfrentado al mundo, al exterior, a la otredad en constante diálogo, pero la elección libre es un buen paso para dar continuidad a establecer un estilo. Según indica el artista Díaz Riva Palacio su obra no tiene una referencia como tal, sino que ha seguido sus propios impulsos.

En la obra del artista zacatecano destaca la experiencia que tuvo con los libros de anatomía de su abuelo y la búsqueda de las expresiones corpóreas. El cuerpo humano es el principal tópico de la obra de Díaz Riva Palacio, a éste le imprime un sello personal, mismo que ha surgido del tiempo en el que ha ido conformando un estilo y su propia visión del mundo.

El ojo del artista se ve presente en los detalles y principalmente en las formas, que más allá de ser armoniosas y equilibradas, otorgan una sensación de vértigo y audacia: “por inercia me va cierta voluptuosidad […], busco la figura que señale, que reclame, que proponga, que en su fragmentación cambie el vacío por el espacio o la complementación con el observador”. La obra da pauta a la reflexión y la exaltación de los sentidos.

Sin duda observar el trabajo de otros y nutrirse con otro tipo de arte y manifestaciones humanas es importante para hacer florecer esa inquietud de querer manifestar la propia visión. Sin embargo, es también una forma de alejarse de los caminos recorridos y explorados, aunque haya temas universales versátiles que se han ido reinventando y han sido expresados de distintas maneras a lo largo del tiempo. Él menciona: “veo la obra de otros precisamente para alejarme, para no ser como ellos en su estilo. Ver otras obras, otros autores me motiva a hacer la mía propia”.

Los proyectos y las herramientas de la expresión

Muchos sin duda hemos apreciado algunas obras del artista, dispuestas en diversos lugares. Entre las más destacadas se encuentra el monumento al migrante, en la que tuvo libertad de diseño. Para muchos de sus trabajos se le permite libertad de diseño, aunque se ha tenido que ajustar a ciertas medidas y condiciones temáticas, sus piezas han resultado un ejercicio que resalta la personalidad del autor. Tal es el caso del monumento al migrante: tuvo toda libertad de diseño y decidió agregar elementos simbólicos para su conceptualización.

Entre otra de sus obras destacadas también se encuentra el monumento de cien años de Rotary International, para el cual propuso un diseño que fue aceptado por la empresa. A esta obra a cargo de contenido simbólico afín a la filosofía rotaria. Otra de las más emblemáticas del autor fue el monumento que realizó a Antonio Aguilar, mismo que se ubicó en el Lienzo Charro de la capital y que ahora posa en la entrada de Villanueva. Además, ha realizado trabajo como el Matlachín Zacatecano, el cual está ubicado en la entrada oriente de Ciudad Administrativa.

Debido a su versatilidad y acción en diferentes disciplinas artísticas los materiales con los que trabaja y mejor se desenvuelve varían según la obra. Para sus principales actividades que son la pintura y la escultura utiliza óleo y madera, acero, cera, polímeros y bronce. Destaca que ha estado explorando el polímero, mismo que le permite un nuevo mundo de creaciones que se ajuste a lo que se quiere expresar. Para todo es necesario visualizar la obra, plasmar la idea que, para llevarla a cabo, necesita de todo un proceso. Dependiendo del tamaño y demás cosas se necesita fijar primero una estructura que guíe la pieza y le de solidez.

Ser artista en Zacatecas durante el Covid-19

Ser artista requiere de mucho trabajo, si bien no es una profesión que sea muy valorada en un ámbito más comercial, es importante destacar su relevancia y la de los que lo llevan a cabo.  Según menciona Javier Díaz Riva Palacio, “creo que la constancia, la disciplina, el trabajo honesto y el respeto por lo que hago me ha llevado hasta aquí” El trabajo está ahí, ser artista es trabajar duro por conseguir un espacio de expresión.

Ser artista es resistir y trabajar, si algo destaca de aquellos que han logrado salir adelante con el arte ha sido mediante el trabajo arduo y la disciplina. Por si fuera poco, la ciudad, según indica el artista es “el escenario perfecto para un artista”. El espacio, destacamos, una vez más, influye también en la percepción: sin duda, crecer en un entorno en el que sobresale una arquitectura colonial bien cuidada, con años de historia encerrados en sí mismo, propicia a echar vuelo de la imaginación. “No necesito estar en París, Roma, Madrid…en Zacatecas hay lugares hermosos e inspirantes”.

La pandemia también logró trastocar el trabajo de los artistas, proyectos pospuestos o cancelados son tan sólo un referente de lo que ha sucedido con el trabajo de muchos. Por su parte, Javier Díaz indica que dos de sus proyectos, grandes ambos, fueron cancelados. Se trataba de dos obras de gran formato que quedaron suspendidas. Sin embargo, queda esperanza aún de que se pueda volver a ese tipo de actividades culturales, o que incluso se puedan integrar dentro de las modalidades digitales (aunque verdaderamente no sea lo mismo), para que surja nuevos proyectos o los pospuestos puedan llevarse a cabo.

El artista sigue presente, sigue trabajando, los encargos, así como próximas exposiciones que se llevarán en 2021 son las piezas en las que se enfoca por el momento, siguiendo ese instinto que ha caracterizado toda su obra. Con estas piezas dará testimonio de sus 33 años de trayectoria en el arte. La exposición pretende ser una muestra diferente a las que ha llevado a cabo: habrá una mezcla de retrospectiva, obra reciente y de obras que nunca fueron exhibidas.  

Con respecto a la pandemia, el artista menciona “no me importa si me afecta o no, lo que me importa es cuánto le afecta al mundo. Cuánto hemos aprendido de ella para tener un crecimiento importante como humanidad” El tiempo nos indicará lo aprendido y lo desaprendido, por el momento no queda más que esperar. 

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