Hace 30 años, Javier Buenrostro puso su primera empresa de manufactura en Aguascalientes. Originario de Zacatecas, tenía la intención de crear un patrimonio con el cual pudiera ayudar a su familia y a quienes trabajaban para él.
Comenzó fabricando bolsas y empaques para edredones, cobijas y blancos; pero tiempo después buscó nichos de mercado que la industria textil en el estado no estaba atendiendo. Uno de ellos fue la manufactura de uniformes para el sector industrial, otro el de uniformes para el sector médico, así como equipamiento para quirófanos. Clinimex y Macomex, dos de sus empresas, se dedican a ello actualmente.
También presidió varios organismos empresariales, entre ellos Coparmex, USEM y el Consejo Coordinador Empresarial. Su trayectoria lo convierte en uno de los empresarios más reconocidos en Aguascalientes. En esta entrevista, comparte un poco de lo que ha aprendido a lo largo de su carrera.
Líder Empresarial (LE): ¿Cuáles han sido los momentos clave de su carrera?
Javier Buenrostro (JB): Cuando decidí formar una empresa de manufactura, pero un factor detonante fue cuando mudamos nuestras plantas de la ciudad de Aguascalientes hacia los municipios más marginados. Eso fue un parteaguas y nos sigue funcionando actualmente. Preferimos trasladarlas para que nuestros trabajadores tengan más calidad de vida. El otro fue encontrar nichos de mercado específicos para atender de forma directa.
LE: ¿Qué errores ha cometido y qué aprendió de ellos?
JB: Los errores típicos de un empresario: tratar de diversificar sin un programa ni un plan estructurado. Eso nos lleva a desviar recursos productivos a sectores que no lo son; pero es un paso importante que debemos hacer porque se aprende de este tipo de errores. Hay que intentarlo, nosotros a la fecha seguimos emprendiendo y siempre buscamos áreas de oportunidad para invertir.
LE: ¿Qué se necesita para ser un líder?
JB: Una parte importante es poner en el centro de nuestra actividad a las personas. Si nosotros entendemos y cubrimos sus necesidades, cambian las cosas; hacemos un ambiente más humano. Otra cosa muy importante es tener preparación académica o experiencia en el sector en el cual nos desarrollamos. También hay que tener claro cuáles son nuestros valores y qué queremos a través del tiempo.
LE: ¿Qué valores rigen su vida personal y sus empresas?
JB: Nuestra actividad empresarial, como ya dije, se basa en las personas. Tenemos claras tres cosas: somos altamente productivos, socialmente responsables y plenamente humanos.
LE: ¿Tiene algún hábito especial o sigue una rutina?
JB: Para tener éxito no hay secretos: hay que trabajar y prepararse. La preparación empieza con uno mismo: hago algo de ejercicio y comienzo mis actividades desde temprano. En la semana trato de visitar todas mis empresas que se encuentran en Aguascalientes, Zacatecas y Guanajuato.
LE: ¿Quién lo aconseja?
JB: Mi esposa, es mi guía. También tengo varios amigos y mentores que me han ayudado. Uno es Fermín Barba, mi suegro. Otros son Fermín Barba González y José Manuel López Valdivia.
Un señor fundamental en mi vida empresarial fue Lorenzo Servitje, fundador de Bimbo. En el 2000, estuvo con un grupo de empresarios de Aguascalientes. Sembró una semilla muy importante, nos enseñó que debíamos hacer empresas y no negocios. Una empresa tiene que satisfacer las necesidades legítimas de una sociedad. Hacer un negocio es rápido; una empresa es lento y pesado, pero las retribuciones son muy distintas.
LE: ¿Qué consejos daría a otros empresarios (jóvenes y no tanto)?
JB: A los jóvenes les recomiendo que piensen en hacer empresas, no negocios a corto plazo. También que deben formarse, la tecnología no lo es todo, conocer el valor humano es fundamental para salir adelante. Deben seguir enfrentándose a los fracasos y dificultades, pues algo fundamental para el éxito es la perseverancia.
Algo que recomiendo a otros empresarios es que participen en la construcción de la sociedad civil. Puede ser a través de colegios de profesionistas, cámaras empresariales o instituciones educativas.
LE: ¿Qué es lo que está dejando a las nuevas generaciones?, ¿cuál cree que es su legado como empresario?
JB: Pienso que es el trabajo, uno no se fija en que va a dejar tal o cual cosa. Tengo objetivos claros en cuanto al desarrollo de mis empresas, su desempeño y a dónde llevarlas. Cuando llegamos a un municipio o comunidad, he visto con satisfacción cómo empiezan a tener más actividad económica. Creo que la riqueza no sólo es para el empresario, sino para los que están alrededor de él.