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Jaime Cervantes, el médico que propició el acceso a la salud en Zacatecas

Jaime Cervantes es un médico esencial en la conformación del sistema de salud en Zacatecas y miembro honorífico de la historia nacional. Además de haber ocupado algunos cargos desde los cuales propició el crecimiento de áreas fundamentales para la población zacatecana. Ahora nos adentramos en su historia de vida para reconocer las pautas que lo hicieron llegar hasta donde ahora se encuentra.

De Nochistlán a Sonora

Jaime vivió parte de su infancia en Nochistlán, en el sur de Zacatecas. La nitidez de sus vivencias relatan espacios llenos de juguetes en la casa señorial en la que, junto a sus padres y hermanas, delineó un futuro basado en el conocimiento y la experiencia propia. Llegado el momento se trasladó a Guadalajara a estudiar la secundaria, ahí tuvo una breve estancia en un internado y después se mudó a casa de su tía Micaela.

Algunos años más tarde, cuando eligió estudiar medicina, inquietud que llevaba tiempo en los hombres de la familia, ingresó a la Universidad Autónoma de Guadalajara. Ahí permaneció tres años, hasta que se trasladó a la Universidad Nacional Autónoma de México para alcanzar mayor prestigio laboral a través de la titulación. A su egreso realizó su internado en el Hospital General en el DF.

Ante la posibilidad de realizar su servicio social en cualquier sitio, Jaime eligió ir donde su primo Rafael Cervantes, a los Servicios Ejidales. En ese estado Jaime fue testigo de un estilo de vida en donde la grandeza económica era equiparable a la calidad de las relaciones interpersonales. Si bien había motivos para que él formara una vida ahí, una serie de sucesos lo alentaron a volver a su estado de origen.

“Cuando estaba en Sonora me pagaban 500 pesos al mes y cuando me recibiera me iban a pagar 2500. Pero luego entró el gobernador Minero Roque, mi paisano, y regresé a mi tierra. Mi papá quería que estuviera aquí, así que aproveché que me nombraron subdirector del hospital «Donato Moreno». Mi vida en Sonora hubiera sido otra, mientras que aquí en Zacatecas todo lo que tengo lo he logrado por mis propios méritos”, complementó.

El lugar que propició la leyenda

Ya instalado en la capital zacatecana Jaime Cervantes fue consolidando su imagen como un cirujano prodigioso, incluso un porcentaje importante de sus anécdotas giran en torno a las vivencias en el hospital, dentro y fuera del quirófano, en la sala de espera, hasta cerca del edificio. Incluso, aunque la modestia le impide reconocerlo, la historia de muchos zacatecanos no sería la misma de no haber sido por su apoyo.

Según Historia gráfica de la medicina, de Méndez Oteo, que integra a los médicos más importantes del mundo, Cervantes fue esencial para el desarrollo de la disciplina en la provincia mexicana. Las fotografías en las que aparecen colegas de su talla, rectores de la UNAM y diversos secretarios de Salud, dan cuenta del camino que construyó a través de su carrera.

Específicamente en Zacatecas, fue uno de los médicos fundadores del ISSSTE (1960), casi a la par de que lo fue del Seguro Social. Era una época de transición en la que el país abogaba para que cada vez más mexicanos tuvieran acceso a los servicios de esta índole, así que ante la falta de infraestructura se subrogaron las funciones del ISSSTE al Hospital San José. Durante el periodo de descentralización de los servicios médicos, Cervantes obtuvo el papel de delegado del ISSSTE en Zacatecas y algunos años después, en 1972, del Seguro Social.

A la lista de logros no esperados, pero igualmente reconocibles, se suma la representación de Cervantes en la Comisión de Derechos Humanos de Zacatecas. Aun cuando era un  cargo en el que los candidatos solían dedicarse a las leyes, el gobernador Arturo Romo Gutiérrez lo propuso para la terna, la cual votaron posteriormente los diputados. Tras obtener la victoria le avisaron que sería el presidente, pasada la sorpresa le imprimió a sus labores disciplina y sabiduría hasta que reconocieron a la Comisión como una de las mejores del país.

El último cargo que ocupó fue en la Función Pública. A pesar de que Cervantes tenía aspiraciones de viajes y descanso, llegó a él la oportunidad de integrarse a ese espacio durante el gobierno de Amalia García. Después de consultarlo con los mayores consejeros de su vida, esposa e hijos, aceptó. Ahí permaneció dos periodos y dedicó cada momento a difundir información buscando el bien común.

Ahora que ya dispone del tiempo a su manera, continúa escabulléndose a los reinos de la ficción a través de libros, películas y pinturas, además de disfrutar jugar golf mientras escucha caer la tarde entre cantos de aves. Jaime Cervantes es una leyenda de la medicina en Zacatecas, pero también es un hombre de hogar que disfruta rememorar el tiempo al lado de su familia, reuniéndose a cada tanto con el pasado y anhelando el futuro.

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