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Jack Ma: el magnate que se forjó a sí mismo

Jack Ma da un paso al costado y deja la presidencia de Alibaba, la empresa más grande de comercio electrónico en el mundo que fundó en 1999. De esta manera, el hombre más rico de China cumple su promesa establecida un año atrás, cuando adelantó que dejaría de dirigir la compañía; sin embargo, el multimillonario permanecerá en la junta directiva hasta 2020. 

Debido a los límites físicos en la capacidad y la energía de uno, nadie puede asumir las responsabilidades de presidente y consejero delegado para siempre”, explicó al momento de revelar su decisión. Su lugar será ocupado por Daniel Zhang. 

El empresario cierra su rol como dirigente del gigante del e-commerce, dejando a la compañía con un valor de 460 mil millones de dólares y un patrimonio personal de 36 mil 600 millones de dólares, de acuerdo con Forbes. 

Sin embargo, la travesía de Jack Ma no fue nada sencilla. Fue un empresario que se forjó a sí mismo, tras probar el amargo sabor del fracaso numerosas veces. 

El magnate asiático fue rechazado de diversas instituciones educativas. En un encuentro en el Foro Económico Mundial en 2016, mencionó que Harvard le negó la entrada hasta en 10 ocasiones. Tampoco corrió con buena suerte laboralmente: una vez KFC llegó a su ciudad y entrevistó a 24 personas. Contrató a 23. La única persona que no pudo ingresar a trabajar a la cadena fue precisamente Jack Ma. Intentó entrar a la policía, pero lo descartaron al decirle: «No eres los suficientemente bueno».

Tienes que acostumbrarte al fracaso. Si no eres capaz, si no puedes acostumbrarte a recibir golpes… ¿cómo piensas ser exitoso?”, dijo en una conferencia impartida en la Universidad de Nairobi, Kenia.

Estudió para ser maestro y en 1988 empezó a trabajar como profesor de inglés en una escuela de su localidad. Su sueldo era escaso, tan solo 12 dólares por mes. Sin embargo, Jack Ma  -un apasionado de la educación- recuerda esa época como una de las mejores de su vida.  

«Cuando no tienes mucho dinero, sabes cómo administrarlo, cómo gastarlo. Pero una vez que te conviertes en un billonario, adquieres una enorme responsabilidad. Cuando tienes un billón de dólares, no es tu dinero. El dinero que tengo hoy es una responsabilidad. Es la confianza que la gente ha depositado en mí», declaró en una entrevista. 

Pese a su estrecho vínculo con la educación, siempre mantuvo el sueño de fundar una empresa de comercio electrónico. Se sumergió en el negocio 1995, al estrenar una página de internet llamada China Pages.

Tras un año en el mercado, el gigante Telecom le propuso a Jack Ma hacer un joint-venture. Aceptó, pero al poco tiempo terminó renunciando porque toda idea que tenía era desechada por los directivos de Telecom. “Era como un elefante contra una hormiga”, se sinceró. 

En 1999 juntó a 18 personas para explicarles su visión de negocio, su proyecto de crear Alibaba. Con capital aportado entre todos, lograron reunir 60 mil dólares. “Cada dólar lo cuidamos minuciosamente”, recuerda.

Sin embargo, el arranque de la empresa no fue tan redituable. En 2002, solo tenían dinero para sobrevivir 18 meses más, según explica el propio Jack Ma. 

“Teníamos a muchos suscriptores gratuitos usando nuestro sitio y no sabíamos cómo hacer dinero. Así que desarrollamos un producto para vincular a los exportadores chinos con compradores norteamericanos. Este modelo nos salvó. Para el cierre del año, sacamos 1 dólar de rentabilidad, pero paulatinamente fuimos mejorando. Hoy Alibaba es muy rentable”. 

Como para negarle la última afirmación al propio Ma. En una entrevista para Bloomberg en 2015, reflejó las disímiles realidades entre el arranque de Alibaba y su situación hace cuatro años:

“Ahora, diariamente tenemos más de 100 millones de compradores visitando y comprando en nuestro sitio. Hemos creado más de 14 millones de empleos en China, directa e indirectamente. Hemos crecido de ser 18 personas trabajando en mi departamento a tener más de 30 mil colaboradores en únicamente cuatro de nuestros campos. En 2001, fuimos a Estados Unidos para levantar 3 millones de dólares de Venture Capital y nos regresamos con las manos vacías. Regresamos y levantamos un poquito más: 25 mil millones de dólares. Esto no es dinero; es confianza del mundo, confianza de la gente depositada en nosotros. Ellos quieren que hagamos un mejor trabajo y ayudemos a más personas. Pero también quieren su dinero de regreso. Eso pone más presión en mis espaldas». 

En un texto publicado en INC., el multimillonario reflexiona que una de las lecciones que aprendió de los momentos más oscuros de Alibaba es que los dueños de las empresas deben de rodearse de un equipo que tenga valores, que sea innovador y cuente con una visión. 

Hace un año, el magnate chino se presentó en Davos, Suiza, para impartir una plática a jóvenes empresarios. En ella, aseveró que gran parte de su filosofía es contratar a personas más inteligentes que él, “aquellas que en unos años podrían ser mis superiores. Me gustan las personas positivas y que nunca tiran la toalla”. 

La persistencia es uno de los valores más arraigados en la vida de Jack Ma. Por ello, no escatima a la hora de brindar el mismo consejo: “Lo más importante es que debes de ser paciente. Si nunca te rindes, siempre vas a tener una oportunidad de tener éxito. Cuando eres pequeño, tienes que estar muy concentrado y confiar en tu cerebro, no en tu fuerza».

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