La industria automotriz en México ha sido tradicionalmente dominada por hombres. Sin embargo, cada vez más mujeres desafían este paradigma y destacan en áreas técnicas y directivas. Irma Ramírez, gerente de postventa en Mazda Sendero Monterrey, es un claro ejemplo de ello.
Con 14 años de trayectoria en la marca, ha superado desafíos, construido un equipo sólido y demostrado que el liderazgo femenino aporta un gran valor al sector.
De facturista a gerente
El inicio de la carrera de Irma Ramírez en Mazda no fue en un puesto gerencial. Comenzó como facturista, luego pasó a recepción y, posteriormente, ingresó al área de refacciones.
Este último puesto representó su mayor reto, ya que la industria automotriz aún mantiene la percepción de que los temas técnicos son exclusivos de los hombres.
“Aprender sobre refacciones fue un desafío enorme. Las piezas de un automóvil tienen múltiples nombres según la región y el cliente. Fue un proceso complejo, pero con determinación y apoyo del equipo, logré dominarlo”, señala Ramírez.
Además, su esfuerzo y dedicación la llevaron a desempeñarse como gerente de refacciones por cinco años. Adquiriendo conocimientos técnicos que le facilitaron su siguiente paso, la gerencia de postventa.
Claves del éxito en el servicio postventa
Para Ramírez, un servicio postventa exitoso no solo se basa en conocimientos técnicos, sino en la empatía y la conexión con el cliente.
Asimismo, este enfoque ha sido fundamental para mejorar la experiencia del cliente en Mazda Sendero Monterrey, donde actualmente lidera un equipo de más de 20 personas.
“Debemos entender las necesidades del cliente y generar una relación de confianza para que regrese al distribuidor. Trabajar con gente y para la gente es un aprendizaje constante. Escuchar sus historias nos permite ofrecer un mejor servicio”, agrega.
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Crecimiento profesional y liderazgo femenino
Sin embargo, uno de los desafíos más significativos que ha enfrentado Irma Ramírez ha sido la percepción del cliente.
“Muchos llegaban pidiendo ser atendidos por un hombre. Al principio, existía esa barrera de credibilidad, pero con trabajo y resultados, demostré que las mujeres tenemos la misma capacidad para desempeñarnos en esta industria”, explica.
Aunque Ramírez nunca imaginó convertirse en gerente, su constancia y esfuerzo la llevaron a asumir un rol de liderazgo dentro de la empresa. En Mazda, la cultura de desarrollo ha sido un pilar fundamental para su crecimiento. Hoy, su historia inspira a otras mujeres dentro de la empresa.
“Es gratificante saber que mi trayectoria puede motivar a otras mujeres a crecer en esta industria”, comenta.
El futuro del liderazgo femenino en la industria automotriz
Si bien la participación femenina en la industria automotriz en México aún no supera el 50%, cada vez más mujeres se abren camino en áreas técnicas y directivas.
Finalmente, la historia de Irma Ramírez refleja el cambio que está ocurriendo en el sector. A medida que más mujeres ocupan posiciones de liderazgo, se construye un panorama más equitativo y diverso en la industria automotriz en México.
“Tenemos la capacidad y las habilidades para estar en cualquier área. La clave es la preparación, la pasión y el compromiso con lo que hacemos”, concluye Ramírez.
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