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¿Cómo puede la IP combatir el hambre y la pobreza?

La iniciativa privada debe sumarse al combate a la pobreza y el hambre en México, aseguró el representante en el país de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) Fernando Soto.

“La responsabilidad del sector privado del manejo de los mercados, de los precios, de valorar la mano de obra, de tener empleos cada vez más dignos”- dijo, forman parte de un conjunto de elementos que “van a hacer que los indicadores de pobreza extrema o de hambre en México vayan reduciéndose cada vez de forma más acelerada”.

Según las últimas cifras de Coneval, 21 por ciento de la población en Aguascalientes padece un grado de inseguridad alimentaria moderado o severo. Además, la ENOE del INEGI estimó que el grueso de la población ocupada percibe entre uno y tres salarios mínimos como retribución por su trabajo.

El representante de la FAO destacó la importancia que debe darse a los pequeños productores, en cuyas manos se encuentra 80 por ciento de la superficie agrícola del país.

“La pequeña producción campesina tiene un potencial inmenso, enorme, económico y de manejo de recursos naturales. Entonces, en condiciones donde se tiene que producir alimentos con menos agua, con menos biodiversidad, con menos suelos, la pequeña producción tiene un gran aporte que dar”, afirmó.

En ese sentido, y a un día de que la FAO y el gobierno federal firmaran un acuerdo en apoyo a la Cruzada Nacional contra el Hambre, Soto Baquero afirmó que la política social en México deben combinarse también con políticas ambientales y agrícolas.

Y aun cuando el último estudio de Coneval encontró dos millones de personas que cayeron en la pobreza en los últimos dos años, el representante de la FAO en México aseguró que el país está en posibilidades de contrarrestar la caída de la población en esas condiciones.

“Hay elementos para ser muy positivos. Hay voluntad política, el problema se reconoce, el problema se mide, hay políticas públicas y un consenso general en la sociedad de que esta es una lacra, un arrastre histórico que hay que sobrepasar. Entonces sí, vemos el futuro con mucho optimismo y consideramos que esos indicadores se pueden bajar”, declaró.

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