Con información de la Universidad Autónoma de Aguascalientes.
El doctor Martín Hernández Marín, profesor investigador del Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, diseñó un sistema que considera la captación, conducción, almacenamiento y potencial uso del agua de lluvia. Lo anterior parte de la infiltración a los mantos acuíferos mediante un contenedor conectado a un pozo con características geométricas adecuadas para el uso de suelo de la entidad.
Hernández Marín manifestó que el sistema se planteó para ser instalado en techos de viviendas de interés social, por lo que las investigaciones fueron enfocadas en las condiciones actuales en este tipo de apartados urbanos.
El catedrático puntualizó que es importante considerar que el agua que sea contenida en el dispositivo, además de pasar por los filtros del mismo, deberá escurrir por suelo inalterado, por lo que se realizaron muestras de permeabilidad con terrenos limosos que son comunes en zonas adyacentes al Río San Pedro y que poseen propiedades adversas para la filtración de líquidos, obteniendo resultados positivos de transmisión y pureza.
Asimismo, el profesor investigador comentó que se elaboraron cálculos de características que afectan el volumen y recorrido del agua hasta llegar al manto, como la valoración de geometría, el relleno utilizado en el pozo; el estado del suelo o la superficie de la vivienda en la que se captará el líquido, así como el tiempo que tomará este proceso.
Además, el doctor Hernández Marín generó un análisis urbanístico y atmosférico en el cual se estudiaron el uso de suelo y la precipitación en diversas zonas de la capital, con el objetivo de establecer los espacios ideales para llevar a cabo construcciones que ayudarían a la recarga de mantos acuíferos.
Finalmente, detalló que a pesar de que existe la creencia de que el agua de lluvia no cuenta con la calidad necesaria para su uso, se han realizado pruebas con un espectrómetro de masas que demuestran que los parámetros químicos del líquido precipitado en las azoteas que ha pasado por los distintos filtros del sistema, supera considerablemente los requerimientos necesarios para considerarse apta, aún incluso antes de ser todavía más purificada naturalmente por el suelo antes de su incorporación al yacimiento subterráneo.