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Información 2.0, la nueva moneda

Por Lyana Kahn
Originalmente publicado por Editorial Hotbook

Una verdad universal dentro de los negocios es que la información lo es todo. En un mundo altamente conectado y, por ende, complejo, la habilidad que tiene una organización para colectar, analizar y administrar información efectivamente, separa a los ganadores de los perdedores.

Todo esto significa combinar y analizar datos sobre los clientes, sus dispositivos, redes sociales, máquinas, entre otros. Significa encontrar nuevas formas de transformar toda la información existente en conocimiento.

El Internet de las Cosas, mejor conocido como Internet of Things (IoT), llegó para quedarse y revolucionará la manera en la cual vivimos. El IoT es esa red en constante crecimiento de dispositivos que están conectados a internet. Según estudios recientes, se estima que habrá más de 4.9 billones de dispositivos conectados a internet al final del año y 25 billones en 2020; esto implica un profundo impacto en los negocios, la economía actual y la sociedad.

Conforme las empresas han logrado transformar la información que reciben a través de este mundo digital, las expectativas sobre la demanda de los clientes han incrementado y se siguen refinando. Hoy, los consumidores demandan productos y servicios personalizados. Y gracias a la enorme cantidad de datos generados, es más fácil estimar y adelantarse a estas expectativas. No es ninguna coincidencia que Netflix sabe qué película nos gustará antes de verla o que Amazon sabe perfectamente qué libro queremos leer antes de que lo sepamos.

Considero que todos estos avances indican que la información es la nueva moneda de esta era, la cual solo será valiosa si las empresas saben cómo utilizarla para generar valor y, más que nada, saben ser flexibles a la verdad que esta enseña. Es vital adaptarse para asumir los cambios que todo esto implica. Como bien lo dijo Clive Humby, fundador de una firma líder en marketing, “la información es el nuevo petróleo. Una gran metáfora, pues al igual que el petróleo, la información no refinada es casi inútil; pero cuando pasa por este proceso, se puede convertir en algo mucho más valioso.

Habrá quienes se pregunten acerca de las diferentes áreas en las cuales se puede utilizar esta enorme ola de datos que se está generando a través del IoT y los negocios digitales. Sin duda, su aplicación futura es infinita; sin embargo, donde se ha visto el mayor impacto hasta hoy es en la generación de productos y servicios mucho más personalizados. Esto conlleva el mejoramiento de la atención al cliente y los servicios posventa, ya que las compañías pueden analizar cómo se están usando sus productos y hacer una segmentación de clientes muy precisa a partir de esto.

También, gracias a la información y segmentación de los consumidores, las campañas de marketing manejan un grado muy exacto de precisión, pues las empresas saben dónde están sus clientes actuales o potenciales, cuáles son sus intereses y datos personales. No es ninguna casualidad que en nuestros perfiles de Facebook, la publicidad gire alrededor de nuestros gustos e intereses.

Adicionalmente, las organizaciones están mejorando sus productos y servicios, pues muchas veces logran identificar problemas y fallas antes de que los consumidores logren verlas o eliminar funciones o características irrelevantes para los usuarios.

Pero estas aplicaciones de la información no son las únicas. Existen múltiples campos donde puede ser usada en beneficio de las empresas y el consumidor. Sin duda, el Big Data se trata sobre la ruptura de los hábitos actuales de las compañías y, sobre todo, de la innovación para mejorar el valor que se entrega a los clientes, lo cual incluye la entrada a nuevos nichos y mercados.

Aunque hoy las organizaciones empiezan a reconocer que la información debe ser la base de cualquier proceso de toma de decisiones, siguen existiendo varios huecos. Primero que nada, minar y analizar datos es una especialidad poco común, por lo cual existe una escasez de científicos de datos, mejor conocidos como data scientists. Estudios realizados por la consultora McKinsey indican que hay una demanda 60 por ciento mayor que la oferta existente en el mercado de data scientists. Además, pocas compañías tienen la infraestructura necesaria y los procesos habilitados para poder hacer buen uso de la información, y muchas más continúan devaluándola porque no saben cómo monetizarla.

A pesar de esto, ya hay empresas que han identificado esta gran área de oportunidad y están empezando a desarrollar estrategias para hacer un buen empleo de la información; aunque la implementación se realiza lentamente debido a la falta de experiencia, personal e infraestructura física.

La cantidad de datos que existe crece segundo a segundo, mientras que las oportunidades para sobresalir en un mundo tan competitivo como el de hoy se van acotando. Hacer un buen uso de la información, incrementa las probabilidades de éxito de las empresas y permite entender a la compañía, su gente, sus clientes e incluso, los retos a los cuales se enfrentará. Esta nueva moneda es invaluable, tendrá el valor que cada uno decida darle de acuerdo a cómo la utilice. El éxito de cada organización dependerá de que sepa transformar la información de una piedra en bruto a un diamante.

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