Alemania decidió, hace unos meses, rebajar el IVA para dar lucha a la crisis económica que trajo consigo la pandemia. Tras esta medida, el valor de la tasa de inflación interanual ha caído cada vez más: tras el primer mes cayó a 0.0%.
Las reducciones del IVA que se aplicaron para el consumidor fueron del 19% al 16% y del 7% al 5%. Hasta el momento no se sabe cuánto de esto ha sido verdaderamente aplicado al consumidor en los precios, y qué tanto se ha visto beneficiado.
Los datos apuntan a que entre agosto de 2019 y del presente año los productos energéticos tuvieron una caída en su precio del 6.3% interanual, lo cual impactó directamente en los precios de los productos considerados como ‘bienes generales’, reduciéndose en un 1.3%.
Los productos que más bajaron sus precios considerablemente son: el gasóleo por calefacción, que se redujo un 32.7%; los carburantes que se redujeron un 11.3%; las verduras rebajaron su precio hasta un 6.8%; los productos electrónicos bajaron de precio un 4.3%; y los viajes a larga distancia se bajaron un 16%.
A pesar de reducir la tarifa del IVA, ésto no se vio reflejado en los precios de todos los productos, hubo varios que en lugar de bajar, aumentaron, entre ellos se encuentran:
La electricidad aumentó un 2.1%; las frutas, las carnes y derivados subieron de precio un 5.8% y 4.8%, respectivamente; el tabaco subió un 6.5%; los cafés, las ventas ambulantes y restaurantes subieron un 1.9%; los espacios de higiene personal y peluquerías encarecieron un 4.8%; y los servicios institucionales sociales aumentaron 5.6%.