En el caso de los candidatos independientes, Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco” y Armando Ríos Piter, quienes estarían acudiendo al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) para que esa instancia determine si aparecen o no en la boleta de la elección presidencial, el Instituto Nacional Electoral (INE) no siguió sus propias reglas.
Así lo consideró Salvador Olimpo Nava Gomar, ex magistrado del Tribunal Electoral del PJF, quien estuvo en Aguascalientes para dictar la conferencia “Construir democracia a través de la nueva Ley de Participación Ciudadana”, auspiciada por el Congreso del Estado y el Instituto Estatal Electoral.
En entrevista previa, dijo que a su juicio los independientes no hicieron trampa como lo considera el INE, pues se gastaría más tiempo y dinero falsificando credenciales de elector que convenciendo a una persona de brindar su apoyo.
A pregunta expresa de Líder Empresarial, refirió que el INE tenía mecanismos temporales a partir de los cuales iba validando los registros en la aplicación que creó para los independientes, pero luego cambió los criterios, además que desde un principio hubo fallas en el sistema utilizado.
Consideró que es delicado que la autoridad le diga al ciudadano que no cumplió y al mismo tiempo pida demostrar que sí lo hizo, cuando la aplicación estaba diseñada para “desaparecer” los registros que se iban obteniendo.
También cuestionó el activismo de algunos consejeros ciudadanos del INE que están manifestándose a favor de uno u otro candidato independiente, diciendo que cumplieron o no, cuando apenas están corriendo los plazos que la ley les otorga como derecho de audiencia.
Y si el Tribunal Electoral del PJF tiene que definir la integración de la boleta para la elección de Presidente es porque se trata del “último pivote” que revisa los actos de la autoridad administrativa, cualquiera que ésta sea, ya que es perfectamente normal que se analice si se siguieron las normas básicas.
Finalmente, opinó que no es posible que un candidato independiente tuviera una estructura para poder falsificar tanto material, por lo que no ve elementos para que el INE ahora diga que miles de apoyos son apócrifos, sobre todo cuando se supone que iban validando los registros conforme se iban subiendo.