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Incertidumbre en tiempos de aprendizaje, ¿hacia dónde debería ir la educación?

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Por: Jorge Luis Íñiguez, director de Innovación y Estrategia de Producto de Pearson Latam

Nos enfrentamos a un escenario complicado, impulsado por la crisis sanitaria de COVID-19 y traducido en una pérdida de aprendizaje importante. En México, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) contamos con un total de 33 millones de estudiantes, de los cuales sólo cuatro millones se encuentran en educación superior.

Además, la generación de estudiantes presente corre el riesgo de perder aproximadamente 17 billones de dólares en valor actual, del total de ingresos que percibirán durante toda la vida, según señalan diversos organismos internacionales.

En un contexto de cambios constantes, el aprendizaje debe repensarse, actualizarse y acompañarnos de manera constante. Hoy tenemos que aprender a adaptarnos, pero, sobre todo, a estar preparados para ir un paso adelante y en distintas direcciones.

El detonante del cambio

Con la pandemia, nos vimos obligados a sumar tecnología a la actividad educativa que ya teníamos; no obstante, lo que necesitamos es cambiar pedagogías integrando innovación, es decir, crear una escuela impulsada por curiosidad con ayuda de las tecnologías.

Otro aspecto importante es contar con contenidos y experiencias significativas que agreguen valor al aprendizaje y sean funcionales. Deben llevar a los estudiantes a adquirir tanto habilidades fundamentales y técnicas, como cognitivas, socioemocionales y digitales, para que puedan adaptarse a las exigencias de su entorno.

La tecnología nos permite opciones infinitas, entre ellas, suscribirnos a un multiverso de aprendizaje, al alcance de todos y en constante actualización. Antes, un docente en 30 años de carrera podía impactar a tres mil personas con una carrera continua. Hoy, un profesor en una clase de matemáticas en Tik Tok tiene cinco millones de estudiantes.

El mundo ha cambiado y, ante un exceso de contenido, la motivación es clave: aprender se ha tornado en una mentalidad y en una convicción.

Aprendizaje multigeneracional

La educación necesita curadores y diseñadores que creen experiencias para enganchar a los estudiantes. La experiencia del aprendizaje desde temprana edad conlleva numerosos factores que determinan el caminar de las personas, sus objetivos y perspectiva de la vida. Por ello, resulta vital prestar especial atención a sus elementos e innovar conforme a los requerimientos de los tiempos.

Estamos frente a una generación que necesita conversaciones multigeneracionales. En pocos años, individuos de 35 y menores serán los jefes de personas de 45 años y mayores. Es necesario cambiar la idea convencional de una carrera universitaria por un modelo capaz de otorgar diversos certificados, para varios segmentos, en múltiples etapas de la vida.

No debemos olvidar que el aprendizaje es la fuerza más poderosa para el cambio. Necesitamos hacer que este sea accesible para todos, y brindar a las próximas generaciones las habilidades que necesitan para formar un mundo mejor. El aprendizaje no termina y debemos ser conscientes de ello para seguir evolucionando a la par de nuestro entorno tan cambiante.

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