Representantes del la industria de la construcción y la Comisión Nacional del Agua (Conagua) pugnaron este viernes por desarrollar esquemas de financiamiento público-privado en la obra pública del país, a través de los cuales se beneficie a empresas nacionales.
Durante la inauguración de la Reunión Nacional de Infraestructura Hidráulica que sostuvieron miembros de la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción (CMIC) y funcionarios de Conagua, el director de este organismo Roberto Ramírez de la Parra comparó ese esquema de financiamiento de obra hidráulica con el descubrimiento de América.
“Es un hito histórico que fue posible gracias a una alianza público-privada, ya que el viaje de Cristóbal Colón fue financiado con recursos de la corona española. Nos da una idea y un sólido referente de que las asociaciones público-privadas existen desde hace más de 500 años y de que cuando se alinean los esfuerzos se pueden alcanzar grandes metas comunes”, dijo Ramírez de la Parra durante su discursos inaugural.
El funcionario aseguró que, hasta este momento, la propuesta de presupuesto de egresos 2016 no contempla recortes a la inversión en infraestructura hidráulica. Aun así, el presidente nacional de CMIC Gustavo Aguayo Luján previó que la inversión en obra pública será insuficiente ante el panorama económico que se avizora.
“Lo que tenemos que hacer es buscar, con financiamiento de la banca de desarrollo, inversionistas, implementemos esquemas o herramientas que nos permitan hacer obras que con el recurso fiscal no nos va alcanzar”, dijo en entrevista previa al evento protocolario.
Más tarde, habló en su discurso sobre “la necesidad de buscar esquemas alternativos que permitan la realización de obras con elementos adicionales, como pueden ser las asociaciones público privadas”, figura que consideró subutilizada en México.
Desde diversos frentes, tanto el sector público como el privado han impulsado en las últimas semanas el esquema de asociaciones público privadas, que consiste en acuerdos bajo los cuales particulares asumen la responsabilidad de prestar servicios que le corresponden al gobierno.
Este año se han construido bajo ese esquema dos hospitales del ISSSTE, en D.F. y Yucatán, y se proyectan otros dos de esa institución y cuatro más del IMSS, en los que empresas privadas participarán no solo en la construcción sino también en la operación de algunos de estos nosocomios.
Esa situación ha despertado inconformidades de ciudadanos y trabajadores del sector salud, quienes aseguran que se trata de un paso hacia la privatización de los servicios de salud en México.