A través de un comunicado, Coparmex se opuso fervientemente al incremento al salario mínimo decretado por la CONASAMI (el cual aumenta de 123.22 a 141.7 pesos), al considerar que se trata de un aumento irracional, sin gradualidad ni lógica, que pone en riesgo de desaparición a más de 700 mil empresas en los próximos tres meses.
El síndico patronal aseveró que con la determinación impuesta, se arroja a millones de microempresarios toda la carga del incremento, lo que aunado a la aceleración de contagios por la pandemia de COVID-19 y el natural cierre de operaciones de más empresas, se anticipa la quiebra de miles de negocios y la pérdida de una cantidad ingente de fuentes de trabajo.
La COPARMEX criticó la falta de apoyos gubernamentales para respaldar a la iniciativa privada a sufragar parte del incremento del salario mínimo; pues consideran que ante un aumento de tal magnitud es necesario un esfuerzo tripartito, prudente y acorde a la realidad.
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La cúpula empresarial recordó que históricamente ha sido un impulsor de la mejora salarial que mejore el poder adquisitivo de los trabajadores, como refleja su iniciativa «Nueva Cultura Salarial», la cual ha fomentado los últimos incrementos logrados.
En este sentido, subrayó que aún a pesar del contexto económico nacional adverso que atraviesa el país, el sector empresarial sigue firme en la idea de continuar con este esfuerzo, pero con base en la responsabilidad, racionalidad y visión de largo plazo.
Derivado de lo anterior, recalcó que consideraron que una evolución agregada del 10% al salario mínimo era un esfuerzo destacado que permitiría a las empresas seguir avanzando hacia la línea de bienestar familiar.
No obstante, refirieron, cuando el presidente López Obrador sugirió buscar un incremento más acelerado, la Coparmex propuso la participación del Gobierno en el aumento al salario mínimo, la cual ayudaría a alcanzar ese 15% ansiado por el gobierno central. Sin embargo, el síndico patronal enfatizó que la Federación «no quiso poner nada» y no accedió a realizar aportación alguna.
Por ello, la cúpula empresarial insistió en que el Gobierno Federal debe de abonar a la recuperación económica, pues consideran que ha sido completamente insensible ante las afectaciones que han vivido las empresas, apoyando solamente al 5% de ellas.
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«De no actuar, México tendrá una recuperación económica mucho más lenta de lo esperado, y serán millones las personas que habrán perdido su empleo«, manifestó el comunicado.
«Sin consensos entre los sectores, y con la irracionalidad en la conducción económica, no se puede recuperar el crecimiento y el desarrollo con bienestar«, finalizó el mensaje.