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Iker Casillas: el portero que no faltó a su cita con la Historia

Nunca fue el más atlético, ni el más alto, ni el más intimidante. Su 1.83 metros de estatura podrían palidecer frente al 1.96 del brasileño Dida; su corpulencia, un tanto enclenque, podría verse desfavorecida con la del danés Schmeichel. Su afabilidad, propia de alguien encantador y carismático, se contraponía con el gesto intimidante del monstruo alemán Oliver Kahn.Sus fundamentos en la portería no eran tan académicos como los del italiano Buffon. 

Sin embargo, Iker Casillas Fernández tiene asegurado su ingreso al olimpo futbolístico gracias a su don de la oportunidad; su capacidad para realizar atajadas en momentos cumbre, algunas francamente imposibles, que desmoralizan a sus oponentes ante la idea de que no se enfrentan a un portero ordinario, sino a alguien que no puede ser vencido, una leyenda infranqueable. 

Salido del semillero del Real Madrid, el mostoleño debutó con apenas 18 años de edad el 12 de septiembre de 1999 en la fastuosa «Catedral» de San Mamés contra el Athletic de Bilbao. Aquella temporada, irregular para el conjunto merengue en el torneo doméstico, acabó con los españoles alzando su octava Copa de Europa, convirtiéndose Iker Casillas en el portero más joven en ganar una ‘Orejona’ en la historia del club. 

Si bien desde joven el meta dejaba adivinar sus condiciones especiales, perdió la titularidad en la temporada 2001/2002 ante el experimentado César Sánchez, lo que provocó cierta polémica alrededor del club blanco por cortar la progresión de un talento generacional. El desarrollo del año futbolístico llevó al Real Madrid a disputar la final de la Champions League en Glasgow, Escocia, ante los alemanes del Bayer Leverkusen. 

En un partido reñido, con marcador parcial a favor de los españoles 2-1, en el minuto 68’, el portero titular del Real Madrid, César Sánchez, se lesionó, por lo que debió de ingresar Iker a disputar el último tramo del encuentro. Lo que sucedió aquella noche fue una demostración de que hay gente que parece predestinada a rendir en los escenarios más exigentes y difíciles del mundo. 

Con el partido expirando, los alemanes cercaron el área de los españoles, sometiéndolos a una presión incesante que parecía indicar que solo era cuestión de tiempo para firmar el empate y llevar el juego a definirse en los tiempos extra. Sin embargo, emergió la figura de Casillas, quien poseído por el espíritu de la grandeza, en los minutos de compensación detuvo hasta tres ocasiones francas de gol, ahogando para siempre el grito de júbilo de los alemanes.  

Ese cancerbero, aparentemente imbatible, dejó entrever apenas a sus 20 años que estaba llamado a ser un portero único en la historia; demostró a los incrédulos que aquella noche en Glasgow no fue una actuación esporádica capaz de iluminar una carrera regular que más allá de ese momento cumbre podría perderse entre muchas otras. 

Por muchos años, Iker Casillas fue el único sostén del club más exitoso del mundo. Los famosos ‘Galácticos’, llamados a implantar una nueva era en el fútbol gracias a la constelación de estrellas en una misma escuadra fracasaron por  la falta de disciplina y la inexistencia de un proyecto deportivo serio, lo que condenó al club al ostracismo de las grandes gestas futbolísticas, y lo sumió en una periodo dominado por muchas más sombras que luces. 

Durante esa época, quedó grabada la exhibición de Ronaldinho con el Barcelona en el Bernabéu, en una victoria incontestable por 3-0 que dejó asomar el cambio de reinado en el fútbol español y mundial, en la que se ve a un Casillas totalmente impotente, observando como los propios miles de aficionados del Real Madrid guardan reverencia al máximo rival. 

También es difícil olvidar la soledad  que vivió  en Anfield, cuando uno de los peores Madrid que se recuerden dijo adiós de la Copa de Europa tras ser humillado 4-0 por el Liverpool. Ahí, el portero mostoleño dejó una actuación histórica, empañada por el varapalo contundente de su equipo. Las lágrimas de dolor y rabia que derramó el cancerbero español resonaron en miles de aficionados de todo el mundo, quienes con especial empatía, quizás pensaron: “Tú no te mereces esto”. 

https://www.youtube.com/watch?v=debNggM4SRg

La trayectoria con la selección española fue diferente. Tras ser partícipe de los sendos fracasos internacionales en 2002 y 2006, Iker Casillas fue el capitán de la escuadra española que venció sus propios complejos y se alzó con el título de la Eurocopa 2008 con actuaciones brillantes ante la revelación del torneo, Rusia, y Alemania, en las semifinales y final respectivamente.

Sin embargo, jugadores de la propia selección laureada refirieron que el partido fundamental que los hizo creer en sí mismos fue la victoria en cuartos de final contra el combinado italiano. Tras un partido férreo, ambas naciones pospusieron el ganador hasta la ronda de penales. Ahí, atento a su cita con la historia, Iker resolvió y lideró a su país a la siguiente ronda. Tras numerosos actos milagrosos, los españoles le adjudicaron el carácter de ‘santo’: San Iker Casillas.

Dos años más tarde, ahora dirigidos por Vicente del Bosque, España se alzó con la Copa Mundial de Sudáfrica 2010 tras vencer en fase final a Portugal, Paraguay, Alemania y Holanda. En los cuartos de final, contra la selección sudamericana, el paraguayo Óscar Cardozo gozó de la oportunidad de marcar un penalti en el minuto 60’, cuando el partido se hallaba 0-0, para acercar a su país a la siguiente ronda. 

Sin embargo, el delantero se mostraba nervioso, incómodo en ese momento, con un gesto que contrastó con el rostro hierático de Casillas, sin emoción, como quien se sabe hecho para estas lides. El portero del Real Madrid atajó y eventualmente su equipo ganó el juego.  

Ya en la final, en un encuentro más tenso que emocionante pero claramente dominado por España, el delantero  holandés Arjen Robben y el portero mostoleño se citaron en un mano a mano para dar un golpe definitorio sobre el campeonato. El ariete, ex compañero de Iker en el Madrid, amagó con cruzar su disparo; Casillas cedió al embuste y se arrojó sobre su lado izquierdo. Hábilmente, Robben rectificó el gesto con su pie para tirar al lado contrario, pero de manera inverosímil, Iker levantó su pierna derecha, alcanzado a desviar el esférico y enviándolo a la esquina del campo. 

De manera emocionante, el relator español Alfredo Martínez narró la jugada de la siguiente manera:

Casillas que vuelve a ser santo, Casillas que nos vuelve a iluminar el día, Casillas que cierra la portería, Casillas que anula a Robben. ¡Es el capitán! ¡Cuando más falta nos hacía nos quitó un penalti de encima, y ahora acaba de salvar a España en la final!». 

Estos son solo algunos de los instantes en los que, en la plenitud de su carrera, Iker Casillas le negó el carácter azaroso al juego y siempre le otorgó la victoria a su equipo. En los últimos años, envuelto en polémicas con el entrenador José Mourinho y la prensa, la estrella del ‘Santo’ de España fue perdiendo brillo.

Sabedor de su talento innato, no valoró la importancia de una rigurosa preparación para paliar la pérdida de reflejos y capacidades ante el avance de su carrera, lo que lo llevó a perder en cierto grado su aura de mágico e invencible. El meta español terminó su carrera en el Oporto, tras sobrevivir un infarto que puso en peligro su vida.  

Hoy el portero español anunció oficialmente su retiro como jugador profesional. Detrás de él, deja una vitrina de trofeos escandalosa: cinco Ligas Españolas, una Copa del Rey, tres Uefa Champions League, dos Eurocopas y una Copa del Mundo. Pero más allá de un legado innegable, se recordará a Iker Casillas como el portero que desde joven, atendió el singular llamado de la Historia, y salió vencedor.

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