La Inteligencia Emocional (IE) abarca una amplia gama de aspectos cognitivos, como la autoconciencia, la autogestión, la conciencia social y la gestión de relaciones. Dentro de una empresa, saber manejar estas habilidades representa una oportunidad de éxito, así lo establece un estudio hecho por el Instituto de Investigación Capgemini.
De acuerdo con el informe, en un plazo entre tres y cinco años, la demanda en las organizaciones de capacidades referidas a la IE aumentará seis veces; sin embargo, las áreas de reclutamiento y capacitación de las organizaciones no han podido adaptarse a esta nueva realidad, resultando en la incapacidad de muchas compañías de obtener los beneficios inherentes al dominio de la IE, como la satisfacción de los empleados, generación de ingresos, menor desgaste y reducción de costos.
El reporte revela diferentes hallazgos que permiten a las empresas aprovechar la Inteligencia Emocional, los cuales se presentan a continuación.
Inteligencia Emocional vs. Inteligencia Artificial
Ante la constante innovación tecnológica, las organizaciones se ven envueltas en una serie de transformaciones y cambios que comprende la automatización de sus procesos; por lo que el marco anterior hace que los ejecutivos valoren cada vez más las habilidades de IE en sus trabajadores.
Una encuesta hecha a más de 750 ejecutivos de grandes compañías de diferentes sectores, reveló que los directivos manifiestan que los colaboradores necesitan desarrollar habilidades de IE para poder adaptarse a roles más orientados al cliente/personas (76%) y asumir tareas que requieren capacidades de IE que no pueden ser automatizadas (76%) como empatía, influencia y trabajo en equipo.
Por su parte, el 61% de los empresarios entrevistados mencionó que la inteligencia emocional se convertirá en una competencia “imprescindible” dentro de los próximos cinco años; cabe destacar que 41% de los empleados sin funciones de supervisión también comparten este punto de vista.
Nerviosismo a ser reemplazados
El estudio también señaló que los empleados de las organizaciones se muestran nerviosos ante el escenario de que una máquina tome su puesto de trabajo; en general, el 39% de los colaboradores creen que sus habilidades son o serán redundantes en los próximos dos o tres años.
Beneficios de capitalizar esfuerzos
Asimismo, el estudio estima que las organizaciones que realicen una inversión sostenida en IE tendrán un retorno de inversión de entre 2.2x y 4.4x cuando se consideren sus efectos sobre los ingresos, la productividad, los costos y el desgaste.
El informe enfatiza que una empresa que cuenta con altos mandos y empleados conscientes de la importancia de la Inteligencia Emocional, logra obtener resultados significativos en productividad, satisfacción de colaboradores y participación de mercado.
Nueva era, más cambios.
El informe reveló que la gran mayoría de las empresas sondeadas no está brindando adiestramiento referente a la IE: solo el 42% de ellas otorgó capacitación para la alta gerencia y liderazgo; el 32% para la gerencia media; y únicamente el 17% a empleados sin funciones de supervisión.
¿Qué hacer?
El estudio destaca cuatro áreas de oportunidad en las cuales las organizaciones deberían enfocarse para construir una fuerza laboral más inteligente emocionalmente:
1. Personalizar los programas de aprendizaje existentes para integrar la IE y hacerlos accesibles para todos
2. Modificar los procesos de reclutamiento para incluir la evaluación de la IE
3. Aplicar un enfoque de IE al promover y premiar el talento
4. Usar la tecnología y los datos para crear una fuerte cultura de IE
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