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Ideas para ser una Pyme sustentable

Además de las ideas habituales de colocar focos ahorradores o reciclar papel, existen otras recomendaciones que pueden ayudar a nuestra Pyme a convertirse en un negocio sustentable. A continuación, algunas sugerencias prácticas:

Juntas virtuales: Cuando hemos construido suficiente confianza con nuestros clientes, podemos considerar la opción de realizar juntas por teleconferencia o videoconferencia. De esta manera, además de ahorrar tiempo en los traslados, reduciremos nuestra huella de carbono al menguar el uso de nuestros medios de transporte.

Software como servicio: Con el avance tecnológico, los equipos de cómputo suelen tornarse obsoletos en poco tiempo. Si contratamos servicios en la nube (por internet), nuestro proveedor se encargará de la actualización del hardware y evitará que tengamos herramientas tecnológicas viejas, las cuales a menudo terminan por ser un desperdicio. La facturación electrónica en línea es un ejemplo de esta clase de servicios.

Revisión electrónica: Siempre que exista la posibilidad de revisar, analizar o leer documentos, correos o reportes de forma electrónica, debemos hacerlo de ese modo. Requerirá de un esfuerzo romper la inercia de viejos hábitos; pero vale la pena pues ahorrarremos tinta, luz y papel, lo cual se traducirá en beneficios económicos y ambientales.

Extensión de vida útil de maquinaria o equipo: Al vivir en una sociedad acostumbrada al consumo, recibimos constantes mensajes de escalar rápidamente al siguiente smartphone, laptop, impresora, computadora, etcétera. En ocasiones, el adquirir nuevos y mejores productos puede ser justificable, por ejemplo, cuando nuestros equipos ya no son compatibles con nuevo software que requerimos. Sin embargo, antes de hacer un gasto debemos analizar, si se puede recurrir a la actualización. Quizá con incrementar elementos como la memoria RAM, cambiar el disco duro o anexar otros componentes; podemos prolongar la vida útil de nuestras herramientas, evitando así gastar dinero.

Pagos y cobranza: Existen giros que por su naturaleza manejan efectivo; no obstante, si tenemos la opción de cobrar o pagar electrónicamente, debemos optar por este medio. De esta forma, ahorraremos tiempo y reduciremos traslados para la entrega, recepción o depósito de cheques, con lo cual bajaremos nuestra contaminación, directa e indirecta, de carbono por el empleo de automóvil; consumo de gasolina, aceite, llantas, entre otros.

Revisión de horario: Vale la pena revisar el horario laboral establecido en nuestra empresa: acaso, ¿optimiza el uso de la luz natural o juega en nuestra contra porque ‘siempre se ha hecho así’? Si el negocio lo permite, tener un horario corrido puede ayudarnos a aminorar el consumo de luz artificial y, también, el de combustible, ya que en lugar de cuatro viajes (ida al trabajo por la mañana, salida a comer, regreso y salida del trabajo por la tarde) se harán solo dos.

Insumos opcionales: Si vendemos productos y tenemos servicio de entrega, podemos optar por colocar la mercancía en una bolsa (o en otro empaque) solo si el cliente lo solicita. Ahora bien, si así lo pide, podemos considerar la utilización de empaques de material reciclado.

Recipientes reutilizables: El empleo de garrafones de agua y vasos reutilizables en el trabajo es mejor que comprar botellas de agua de un solo uso, aunque estas puedan someterse a un proceso de reciclaje posteriormente. Lo mismo aplica para platos y cubiertos.

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