Un hogar, en promedio, puede gastar alrededor de 13 mil litros de agua al año en las regaderas, mientras se espera que salga el agua caliente.
Para abatir esta problemática y contribuir al ahorro del recurso hídrico, surgió Hydroloop, proyecto liderado por Hugo Iván Salazar, catedrático de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), que obtuvo el tercer lugar en el Heineken Green Challenge 2023.
Hydroloop tiene el objetivo de dar una solución tecnológica de recirculación de agua fría para evitar su desperdicio, mientras se espera el agua caliente en regaderas, lavabos y fregaderos.
En entrevista para Líder Empresarial, Salazar expuso que ha trabajado en este proyecto durante 15 años, el cual surgió durante un reto que realizó con estudiantes universitarios. Sin embargo, la materia concluyó e Hydroloop continuó desarrollándose hasta convertirse en un proyecto factible.
“Les dije: vamos a hacer una cosa. Yo pongo la solución técnica y ustedes arman el caso de negocio. Así arrancó. Ellos concluyeron su semestre, pero yo me di cuenta que había un producto viable. Que había una forma viable de solucionar ese problema”, cuenta.
A la fecha, en Hydroloop trabajan cerca de 15 personas, entre instaladores, personal de la planta de ensamble, comercializadores y socios.
En la actualidad, el proyecto prevé arrancar la producción industrializada de un primer lote para iniciar la comercialización formal del producto.
“El problema fue básicamente pasar del concepto técnico a un producto que pudieras ofrecerle a la gente”, añadió.
El reto abatir el desperdicio del agua
El Heinekeen Green Challenge 2023 estuvo enfocado en proyectos enfocados en el cuidado, la preservación y el acceso al agua en las comunidades. La crisis hídrica, reconoce Salazar, es una problemática existente en el país que se busca abatir con proyectos como Hydroloop.
Sin embargo, enfatiza la importancia de generar conciencia en la población, ya que, si no se toman acciones, el agua. como recurso, tiene fecha de término.
“Estos proyectos, estas ideas, estas propuestas, este esfuerzo de la gente que desarrolla un producto ayuda a que el público se haga consciente de la necesidad de unir fuerzas y asumir que la responsabilidad no es solamente de las grandes empresas, del gobierno. Al final quienes consumimos y quienes enfrentamos los grandes retos somos el usuario final”, enfatizó.