El pasado martes 1 de octubre de 2024, cerca de 50,000 trabajadores miembros de la Asociación Internacional de Estibadores (IDC) iniciaron una huelga que ha afectado los puertos de la costa este y del golfo de Estados Unidos.
La paralización amenaza con interrumpir el flujo de mercancías, causando graves impactos en las importaciones, exportaciones y la cadena de suministro global.
Aquí te decimos cuáles son las razones detrás de la huelga, las demandas de los trabajadores y cómo este evento podría afectar a la economía de Estados Unidos y sus socios comerciales, entre ellos, México.
Causas de la huelga: Reclamos de los trabajadores
La huelga fue motivada por el estancamiento en las negociaciones entre la ILA y la Alianza Marítima de Estados Unidos (USMX), organización que representa a las principales navieras y operadores portuarios. El sindicato de estibadores exige mejoras salariales y garantías frente a la automatización, la cual, según argumentan, amenaza con reducir el número de empleos en los puertos.
El presidente de la ILA, Harold Daggett, señaló que las líneas navieras, en su mayoría de propiedad extranjera, han generado ganancias millonarias sin recompensar adecuadamente a los trabajadores estadounidenses que son responsables del manejo de las mercancías en los puertos. La huelga, según Daggett, continuará «el tiempo que sea necesario» para asegurar condiciones laborales justas.
Por otro lado, la USMX ha ofrecido aumentos salariales significativos, superiores al 50% durante un contrato de seis años, pero el sindicato ha rechazado esta oferta, considerando insuficientes las propuestas en cuanto a protección laboral y compensación. Además, persisten desacuerdos sobre el uso de la automatización en los puertos, lo que ha intensificado las tensiones entre ambas partes.
Impacto en el comercio: Escasez de bienes y aumentos de precios
La huelga tiene el potencial de afectar gravemente la economía de Estados Unidos. Al detener el flujo de mercancías en puertos clave como Nueva York, Nueva Jersey y Wilmington, muchas importaciones esenciales podrían sufrir retrasos. Entre los bienes afectados se encuentran productos perecederos como plátanos, verduras, vino, cerveza y materias primas utilizadas por la industria alimentaria. Asimismo, se prevé una posible escasez de productos no perecederos, como muebles, automóviles y electrodomésticos.
Uno de los sectores más afectados podría ser el de los bienes de consumo, ya que las empresas dependen de las importaciones para satisfacer la demanda, especialmente en la temporada navideña. Aunque la mayoría de los productos para las fiestas ya se encuentran almacenados, los bienes perecederos podrían experimentar escasez, lo que resultaría en un aumento de precios en los supermercados. Además, las exportaciones estadounidenses, que incluyen productos agrícolas y manufacturados, también se verán afectadas, lo que podría reducir las ventas de muchas empresas.
Repercusiones económicas: Efectos a largo plazo en la cadena de suministro
La huelga en los puertos de Estados Unidos podría tener efectos a largo plazo en la cadena de suministro global. Desde la pandemia, las cadenas logísticas han estado bajo una enorme presión, y esta interrupción podría causar nuevos cuellos de botella. Las tarifas de envío, que se dispararon durante la crisis sanitaria, podrían volver a aumentar, afectando a importadores y exportadores por igual. Además, la posible escasez de bienes podría desincentivar la inversión en ciertas industrias, ralentizando el crecimiento económico en el corto y mediano plazo.
Las empresas, tanto en Estados Unidos como en el extranjero, están observando con preocupación. Más de 200 organizaciones empresariales han solicitado a la administración de Joe Biden que intervenga para evitar una paralización prolongada de los puertos. Sin embargo, el presidente ha rechazado utilizar los poderes de la Ley Taft-Hartley, que podría obligar a los trabajadores a volver al trabajo, argumentando que prefiere una solución mediante la negociación colectiva.
Alternativas para mitigar el impacto
El Departamento de Transporte de EE.UU. ha estado en contacto con varios actores de la cadena de suministro para mitigar los posibles efectos de la huelga, pero no existen soluciones inmediatas que puedan reemplazar la capacidad logística de los puertos afectados. A pesar de que algunos bienes pueden ser redirigidos a otros puertos o transportados por avión, la mayoría de las mercancías afectadas no pueden ser fácilmente movidas por estos medios debido a los altos costos o restricciones logísticas.
El sector minorista, que depende en gran medida de las importaciones, ha tomado medidas preventivas para minimizar el impacto de la huelga. Muchos productos para la temporada navideña ya han sido importados y almacenados, lo que podría reducir la disrupción a corto plazo en las ventas. Sin embargo, a largo plazo, la huelga podría afectar la disponibilidad de ciertos productos, generando escasez y posibles aumentos en los precios de bienes de consumo.
Un desafío para la economía global
La huelga en los puertos de Estados Unidos no solo representa un desafío para el comercio nacional, sino que también tiene implicaciones globales. Las demandas de los trabajadores de la ILA, las tensiones sobre la automatización y la posible prolongación de la paralización pueden afectar de manera significativa a las cadenas de suministro internacionales, incrementando los costos de bienes y servicios. La resolución de este conflicto será crucial para evitar mayores impactos en una economía que aún se está recuperando de las disrupciones causadas por la pandemia.