En los hospitales privados mexicanos, los precios de tratamientos e insumos médicos no están regulados por la Procuraduría General del Consumidor, denunció el director del despacho para agentes de seguros HUM Internacional, Humberto Martínez Guerra.
“En algunas ocasiones los medicamentos son un mil por ciento más caros que en una farmacia, no hay un criterio definido de lo que cuestan los servicios médicos”, se quejó el especialista.
Según Martínez Guerra, las cuentas por utilizar las instalaciones de los hospitales llegan a rebasar los 20 mil pesos, además de cobrarse insumos como vendas, almohadas, cajas completas de pastillas (aunque se hayan utilizado solo algunas dosis) y pañuelos desechables.
Esto afecta tanto a las personas que contratan seguros médicos como a las aseguradoras pues, en los contratos, “gastos extra” como el uso de las instalaciones, las toallas o las almohadas no son consideradas parte del procedimiento médico.
El director de HUM Internacional asegura que a los clientes se les dan a conocer los detalles de lo que cubre o no el seguro médico pero, al momento de internarse, los personas se encuentran vulnerables y no son conscientes de los gastos adicionales.
Se han presentado quejas a través de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros y la Asociación Mexicana de Seguros y Fianzas pero no ha habido respuesta, dijo Martínez Guerra.
“Las quejas nos llegan a nosotros, lo que no veo es que lleguen a las autoridades correspondientes para que hagan algo. No hay una lista publicada de precios, establecida y autorizada por PROFECO”, apuntó.
A mediados del 2014, las clínicas privadas Médica San Juan y Star Médica se encontraban en un litigio por una sanción que la Procuraduría del Consumidor les impuso por no publicar los precios de sus servicios.
