Icono del sitio Líder Empresarial

Hijo predilecto de Aguascalientes: Don Salvador Alcalá Alba

Con la sencillez y humildad que lo caracteriza, don Salvador Alcalá Alba considera inmerecido el reconocimiento como “Hijo Predilecto” otorgado por el H. Ayuntamiento de Aguascalientes, que celebra los logros alcanzados como empresario, así como sus contribuciones en beneficio de la sociedad.

No obstante, con caballerosidad, muestra su beneplácito por la distinción recibida, y expresó su agradecimiento a las autoridades municipales. Al mismo tiempo, destacó la responsabilidad que implica actuar según los valores y principios con los que fue formado —y que ha transmitido a sus hijos, nietos y ahora a su bisnieta—.

“Debe haber muchas más personas calificadas para tener este premio y con más cualidades, más sabias e inteligentes, pero que el Ayuntamiento me haya hecho el favor de fijarse en mi persona y que haya tomado la decisión de que fuera yo el hijo predilecto me deja la responsabilidad de seguir actuando con mucha prudencia”, señala.

Don Salvador, que ha fungido como presidente del Grupo de Industriales de Aguascalientes, tiene clara su vocación empresarial pero también su responsabilidad social. Desde su perspectiva, no se trata solamente de generar riqueza, sino de velar por el bienestar de la comunidad y de los trabajadores (a quienes considera una extensión de su propia familia).

“Tenemos que ocuparnos de que nuestros trabajadores estén bien. Debemos ser congruentes; si decimos que somos patrones responsables, debemos serlo. Eso lo tenemos que hacer con cada uno de nuestros actos, porque si nosotros cuidamos a nuestra gente, nuestra gente cuidará de nosotros”, señala el también fundador de Laprotex.

Enamorado del trabajo, al que se abocó cuando concluyó su preparación como contador privado, don Salvador confiesa, a sus 85 años, que ya vislumbra el retiro. A su vez, enfatiza que confía plenamente en la labor de sus hijos, por lo que no duda que la empresa quedará en buenas manos y continuará creciendo.

Sin embargo, no dejaremos de tener noticias suyas, puesto que conservará su oficina y destinará más tiempo a su labor filantrópica —actualmente colabora en la construcción del Hogar del Sacerdote y otras causas sociales—. 

“Yo creo que no me voy a ir a sentar a la casa […] Definitivamente nunca voy a dejar de tener una oficina y voy a estar haciendo algo. No sé si trabajando propiamente, pero creo que será para la comunidad, haciendo labor social, por medio de la iglesia de la que soy creyente”, remarca.

Partidario de la congruencia y motivado por el gusto de hacer el bien, señala que primero ha sido hombre que empresario, por lo que es indudable que la generosidad siempre acompañará su andar.

Te puede interesar…

Salir de la versión móvil