Para hablar del barrio de Hércules se debe tener muy presente una fecha especial: el 27 de octubre de 1537, cuando se da la cédula de fundación de la ciudad de Santiago de Querétaro, donde se dice que vecinos de La Cañada le piden al rey Carlos I de España que se funde una ciudad capital con todos los servicios, incluyendo la milicia, para repeler a los chichimecas.
Por su parte, la historiadora, Raquel Beato King, en su estudio “La industria textil fabril en el Bajío: el caso Querétaro, siglo XIX”, explica la historia de Hércules ligada al emporio fabril denominado Compañía Industrial Manufacturera, propiedad de Cayetano Rubio que integraba a las fábricas de San Antonio, La Purísima y Hércules.
La autora detalla que en 1852, Rubio construyó el costoso acueducto de 2000 m de longitud que conectaba la presa del Diablo y el manantial de los Socavones, con la rueda hidráulica del Molino Blanco. La Fábrica de Hércules fue una de las pioneras en utilizar el agua del río Querétaro como fuerza motriz de su maquinaria.
Para mediados del siglo XIX, la Fábrica de Hércules se distinguió por ser una de las más importantes y productivas del país, su reconocimiento industrial en Querétaro no se explica sin la afortunada trayectoria de Cayetano Rubio.
Un barrio mágico para sus visitantes
En el 2013, la Fábrica de Hércules cambió su giro de industrial a una Compañía Cervecera con un espacio de 4 mil metros cuadrados en expansión, además de renta de espacios para comida, oficinas, huerto, estacionamiento y dos entradas.
Además del jardín cervecero el barrio mágico de Hércules ofrece a sus visitantes un recorrido por sus pintorescas y estrechas calles, una caminata por la Presa del Diablo o degustar una de las famosas “nieves de Hércules”.
Aunado a los diversos puntos que se pueden disfrutar en Hércules, durante el año este barrio mágico tiene algunas celebraciones relevantes y únicas que, aunque religiosas, tienen una forma muy particular de vivirse.
La fiestas decembrinas de la “Coronación de la Purísima Concepción”, dan inicio desde la madrugada, con el tradicional “Gallo”, a este grupo que encabeza la festividad se le conoce como “ante”. Acompañados de farolas con forma de estrellas, los feligreses bailan y cantan durante toda la noche para llegar a la misa de las 5:00 horas.
Cabe destacar que las mujeres del “Ante” portan su vestido tradicional de chinas poblanas, con chaquira y lentejuelas de colores blusas bordadas con múltiples collares, vistosos peinados con flores y listones de colores, (antes usaban claveles en el peinado).
Por su parte, los hombres portan vestimenta de charros, con sombreros, otros con vestuario mexicano con jorongos y sombreros.
Durante el convite, los habitantes de Hércules regalan comida, bebida y conforme el día va avanzando hay encuentros de grupos Danzantes. Al caer la tarde los grupos de “ante”, se unen a la kermés y siguen deleitando a los visitantes con canciones y versos.