El conflicto iniciado por las presiones de Alianza de Transportistas Urbanos y Suburbanos de Aguascalientes (ATUSA) y que ha llevado al Gobierno a subir la tarifa de 6 a 7.5 pesos, parece no haber llegado a su fin.
Para empezar, ninguna de las partes parece complacida con el acuerdo. Para Alejandro Arriaga, director de ATUSA en Aguascalientes, la subida de 1.5 pesos -frente a los 3 que estaban solicitado- es insuficiente para mejorar el servicio.
El sector empresarial no ha ocultado su descontento. Francisco Ruiz, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) manifestó su molestia en relación con el incremento del 25% sobre la tarifa de transporte urbano, ya que para él, esta negociación “fomenta la impunidad”.
Ruiz es partidario de que el próximo gobierno retire la concesión a quienes no cumplan la ley. “Una vez habiendo hecho cumplir la ley a quienes hoy han demostrado tener la capacidad de extorsionar a Aguascalientes mediante un paro, entonces comenzar una mesa de negociaciones en donde antes de la tarifa de discuta todo aquello que genere mejores condiciones en el servicio para el usuario”, exigió a través de un comunicado.
Más dinero, peor servicio
La promesa de mejorar el servicio estuvo detrás de la última negociación con ATUSA, que también se tradujo en un incremento de la tarifa. Fue en 2010, también en medio de una transición de gobierno.
Desde entonces, las unidades de transporte han reducido en número de forma notable. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), tan sólo en 2010, la cantidad de autobuses urbanos se encontraba en las 1,810 unidades registradas; ahora, 1,135 son los camiones contabilizados por INEGI, lo cual significa que en seis años, existen 675 autobuses urbanos menos.
Trasladado a porcentaje, esta información del INEGI explica que las unidades de transporte urbano han reducido en un 37%, lo cual ha sido la variación con el índice negativo más fuerte en los últimos seis mandatos gubernamentales en el estado. De hecho, de los cinco gobiernos previos al actual, ninguno habría registrado un índice negativo de más del 10% en autobuses públicos registrados.
Dentro de este margen, Rodolfo Landeros Gallegos es el que cuenta con la variación positiva más alta en camiones registrados (98.21%), seguido de Otto Granados Roldán (64.86%), Luis Armando Reynoso Femat (44.92%) y Miguel Ángel Barberena Vega (22.59%). Los únicos dos gobiernos con índice negativo en los últimos 36 años serían a cargo de Felipe González González (-6.93%) y Carlos Lozano de la Torre (-37%).