La Secretaría de Hacienda y Crédito Público ajustó su perspectiva de crecimiento para la economía mexicana en 2020.
A través de un informe, la dependencia estimó una caída del Producto Interno Bruto (PIB) de (-) 7.4% para el presente año, un recorte importante respecto a la última previsión lanzada, la cual anticipó entre un crecimiento de 0.1% y una contracción de (-) 3.9%.
La Secretaría valoró elementos como las variaciones en el timpo de cambio, el precio promedio anual de exportación de petróleo, los pronósticos de inflación empleados con las proyecciones del Banco de México, entre otros.
La dependencia refirió que la economía mexicana tocó su punto más bajo en el segundo trimestre del año, derivado del cierre de activdades económicas por la contingencia de la COVID-19 y su impacto en la economía. No obstante, expuso que en el mismo periodo se observaron signos de recuperación económica, paulatinos y sostenibles, en algunas actividades esenciales.
También valoró las mejoras en el comercio exterior y en los sectores de construcción y manufacturas que reanudaron actividades en junio.
En el ámbito financiero, la SHCP señaló que en el segundo trimestre del año se observó una apreciación del peso,disminución en la prima de riesgo de los bonos gubernamentales y una mejoría en los mercados accionarios, que reflejan el efecto de las medidas para proveer liquidez a los mercados y asegurar el funcionamiento ordenado del sistema financiero.
En este sentido, ensalzó la conducción de las finanzas públicas del Gobierno de México, orientada a “asegurar la sostenibilidad de largo plazo y a preservar la estabilidad, que se manifiesta en un superávit primario de 61 mil 196 millones de pesos y en un déficit público menor al programado en 17 mil 753 millones de pesos”.
En comparación con otras contracciones económicas previas, resaltó el incremento de 0.1% real anual en el primer semestre de 2020 de los ingresos tributarios en un contexto sumamente complejo. Dijo que esto se explica a través de los cambios implementados en la actual administración federal de fortalecer el cumplimiento de los contribuyentes y combatir los espacios de evasión fiscal.
Asimismo, dio a conocer que el gasto no programable decreció 3.2% real anual en enero-junio, debido a la caída de 7.4% real anual de las participaciones a los Estados. Estos han recibido 21 mil 91 millones de pesos del Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF) para compensar lo anterior y permitir la ejecución adecuada de sus programas y proyectos.
Por otra parte, reveló que el aumento en el gasto programable, de 4.4% real anual en el primer semestre del año, condujo a un incremento del gasto neto pagado total de 2.1% real anual en el mismo periodo.
La Secretaría manifestó que la política de manejo proactivo y flexible de la deuda pública permitió cubrir las necesidades de financiamiento del Gobierno Federal en condiciones favorables, mejorar el perfil de vencimientos y asegurar el buen funcionamiento y liquidez en los mercados de deuda.
Al cierre de junio, la deuda neta del Gobierno Federal se ubicó en 9 billones 300 mil 79 millones de pesos, con una evolución alineada a los objetivos de la política fiscal para este año.
Por su parte, la deuda neta del Sector Público se situó en 12 billones 335 mil 962 millones de pesos y el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) ascendió a 12 billones 73 mil 416 millones de pesos, donde el 68.0% del aumento respecto a la cifra de 2019 se debió a un efecto de valuación por la depreciación del peso frente al dólar de Estados Unidos.
