La industria automotriz no pinta tener su mejor desempeño en este año. En los primeros dos meses del 2019, las principales armadoras en México tuvieron importantes tropiezos. En enero le tocó a Nissan, cuya producción cayó (-) 9.9%, mientras que en febrero fue el turno de GM, cuyo descenso fue superior al (-) 18.7%.
Pareciera que este no es un problema al que se enfrenta únicamente la industria de nuestro país. La calificadora Moody’s redujo su perspectiva sobre el sector automotriz global de “estable” a “negativa”, dado que espera que las ventas en todo el mundo no se recuperen del tropiezo del 2018 -cuando bajaron un -0.6% de la expectativa-.
Al ser Aguascalientes una entidad en la que predomina la industria automotriz, este tipo de noticias pueden generar alarmas en las pequeñas y medianas empresas que proveen a armadoras como Nissan. Sin embargo, según explica Cuitláhuac Pérez Cerros, presidente del clúster automotriz MAEN, es importante no perder la calma.
El directivo refiere que los altibajos a los que se enfrenta el sector de las autopartes son parte de un cambio industrial en el que está inmerso todo el mundo. Por lo que, comenta, más allá de “estar alertas” a las problemáticas del mercado, lo fundamental es definir el rumbo de las empresas que forman parte del mismo:
“Hay dos bases que debemos atender: cómo operamos y hacia dónde vamos. El primero nos permite saber cuál es el comportamiento de nuestra empresa y entender cuáles son las necesidades de la industria. El segundo es consecuencia de ello; nos hace formular estrategias para definir una mejor dirección”, apunta.
“No más esfuerzos aislados”
Para el empresario, la falta de trabajo colaborativo sigue siendo el talón de aquiles de las pymes automotrices de Aguascalientes. Argumenta que las nuevas necesidades del sector apuntan a compartir buenas prácticas para poder insertarse en mercados como la movilidad eléctrica y autónoma.
Señala que en el caso del Grupo MAEN, generar alianzas estratégicas ha permitido explorar a un ritmo más acelerado nuevos procesos de manufactura, así como desarrollar tecnología que optimice el rendimiento de las empresas en el clúster:
“La única forma de desarrollar nuevos productos es echar mano de alianzas y relaciones con otras empresas y organismos. Nosotros lo hemos hecho con las capacidades que existen en el grupo pero también con otras que pueden aportarnos nuevas ideas”.
El especialista puntualiza que los autos sin hidrocarburos serán una realidad en los próximos 20 y 30 años. Sin embargo, resalta que si Aguascalientes no cambia su visión industrial puede tardar incluso el doble de tiempo para evolucionar su movilidad hacia esas tendencias. Impulsar la innovación, detalla, puede cambiar ese panorama:
“La innovación no necesariamente requiere de grandes inversiones. Es importante que empecemos a incorporar desde pequeños sensores o interfaces en nuestras empresas para sistematizar nuestros procesos. Las empresas que no se transformen difícilmente van a sobrevivir”.
“Hay que seguir impulsando la diversificación”
Mientras más clientes y mercados se atiende, menos fuerte es el impacto cuando alguno de ellos caiga. Así lo expresa Cuitláhuac, quien refiere que si bien la industria automotriz es el principal eje económico del estado, es importante no perder de vista otros sectores cuyas necesidades son atractivas para ser cubiertas por las empresas locales.
El experto destaca que sectores como Agroindustria y Tecnologías de Información (TI’s) son mercados llamativos y no tan costosos para explorar. Menciona que la apuesta por la industria médica y aeroespacial que se ha llevado en el estado es interesante, aunque considera que son sectores que pueden resultar complicadas para las empresas locales:
“Son sectores interesantes pero que piden exigencias altas, incluso más que en el automotriz. Si se cuenta con la tecnología para satisfacer sus necesidades tan específicas adelante pero si no están preparadas no lo recomiendo, sería frustrante”.