La “grata sorpresa” de Gerardo Dávila, Notario 23 de Aguascalientes
En Aguascalientes, pocas instituciones ofrecen el Grado de Doctorado, especialmente en el mundo del Derecho. Así, lo asegura Gerardo Dávila Díaz de León, investigador y académico desde hace más de 20 años.
Para seguir preparándose en el ámbito jurídico, Dávila se enfrentó a la tarea de buscar una institución adecuada para continuar sus estudios de doctorado. La poca oferta y el escaso nivel académico fueron –según él– sus primeros obstáculos, además del exceso de tiempo desperdiciado por los planes de estudios obsoletos y los altos costos.
Su actividad principal, que es el notariado, solo le permite ausentarse del estado 30 días al año, lo que hace prácticamente imposible cursar un posgrado fuera de este. De ahí, que su principal opción fuera la ciudad de Aguascalientes.
Dávila Díaz de León sentía que las universidades públicas no le ofrecían una buena opción a nivel doctoral, y si lo hacían, presentaban demasiados requisitos burocráticos. Por otro lado, las privadas presentaban, para él, un alto costo económico.
El investigador buscaba una institución que se adaptara “a sus necesidades profesionales y académicas”. Después de analizar las opciones, encontró la posibilidad de estudiar en la Universidad Autónoma de Durango, Campus Aguascalientes.
Para Dávila Díaz de León, fue una “grata sorpresa” descubrir que la mayor parte de los profesores que le impartieron cátedra eran académicos y miembros del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.
El notario sabe bien de lo que habla: fue director de la Licenciatura en Derecho en la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA). Con ese puesto, coordinó a más de 67 profesores y 600 alumnos aproximadamente, además de 4 maestrías en distintas áreas del derecho con 200 alumnos por generación.
Egresado de la segunda generación del Doctorado en Derecho de la Universidad de Durango, recuerda que tanto él como sus compañeros pudieron ampliar la relación profesor-alumno fuera de las aulas y con ello, “mantener una dinámica de aprendizaje en el mundo laboral”. Tanto es así que hoy, Dávila puede presumir de mantener una estrecha amistad con varios de sus profesores, con los cuales intercambia temas de investigación jurídica.
Así fue como este destacado notario se convirtió en Doctor en Derecho, logró tener una especialización en su ámbito y aportó una propuesta al notariado del estado. Su trabajo para obtener el grado lleva el título de “Estructura y legislación aplicable del instrumento notarial de Aguascalientes”, investigación que propone homogeneizar la elaboración de los instrumentos públicos en la entidad y con esto, facilitar al lector la comprensión del acto jurídico plasmado y a las autoridades su trámite e inscripción si fuera el caso.
Decidió estudiar un doctorado –asegura– para continuar con su superación personal y profesional: tiene la Maestría en Derecho Civil y Mercantil por la UAA, además de varios diplomados y especialidades por diferentes instituciones académicas.
También, la idea de inculcar a su hija Andrea “el amor al estudio” sirvió como motor para “buscar una formación académica integral y especializada”. Funcionó: tanto Andrea como su esposa Cintya, que es maestra en Finanzas, están estudiando Derecho.
“Es difícil, sacrificas mucho, el tiempo con familia y amistades; el costo es caro y el trabajo es arduo, pero afortunadamente salí adelante. Siempre me gustó lo académico. La vida es muy competida y siempre hay que estar preparados”, asegura el académico.
Vocación de servicio a la sociedad
Gerardo Dávila realizó sus estudios de licenciatura y maestría en la UAA. Inició su profesión como litigante y cuatro años después fue designado notario supernumerario adscrito a la Notaría No. 35 en el estado. En 1998, fue designado titular de la Notaría No. 23, por el entonces gobernador Otto Granados Roldán.
“El notariado es una vocación de servicio a la sociedad. Se debe hacer con honestidad, responsabilidad y profesionalismo”, sostiene y asegura que “su ejercicio representa un alto compromiso y requiere un nivel de preparación constante para ofrecer a la ciudadanía un servicio de excelencia”.
Por eso, se desempeñó también como servidor público; fue asesor de la Comisión del H. Congreso del Estado (1989); asesor del director general de asuntos religiosos de la Secretaría de Gobernación y del gobierno de la república; jefe del departamento de Servicios Jurídicos del municipio de Aguascalientes; jefe del departamento jurídico del Instituto de Vivienda; asesor del coordinador general para modernización administrativa de la educación de la SEP del gobierno de la república y profesor e investigador titular por oposición en el área de Derecho Privado por la UAA. También, es miembro del Colegio de Notarios Públicos, en donde ha participado con los cargos de secretario y tesorero; es socio fundador de la academia de Derecho Civil.
En 22 años ininterrumpidos, independientemente de la actividad académica, se ha dedicado al ejercicio del notariado. Así, hoy la Notaría Veintitrés ubicada en Andes Apeninos No. 103, en el fraccionamiento Los Bosques, se ha consolidado como una de las más prestigiadas en la entidad.
Tiene un personal altamente calificado que cuenta con la capacidad técnica para asesorar a las partes. Actualmente, está formado por profesionales defensores de la imparcialidad, legalidad y certeza jurídica.