Icono del sitio Líder Empresarial

Grupo Delicias: Adictos a la innovación

 

Video: Edgar Pérez

Una adicción se origina por la interacción de factores biológicos, psicológicos y sociales. No distingue edad, género ni clase social. Y la historia de estos empresarios es un ejemplo de ello.

No importaba cuánto lucharan por evitarla. Los hermanos Feregrino la traían en la sangre. Su padre, un modesto ganadero que había llegado a Aguascalientes en la década de los sesenta, había logrado convertir una empresa que arrancó con diez vacas en una iniciativa con alto potencial de integrar la cadena de valor del producto lácteo. De mente innovadora, fue pionero en la aplicación de la tecnología –en la inseminación artificial– en la industria ganadera.

Tras su muerte, en 1998, Antonio y Carlos heredaron una plataforma prometedora que, pese a sus esfuerzos, no generaba utilidades. Los resultados que obtenían no eran los que esperaban y por los que tanto se esforzaban.

Y luego vino la crisis. Con la firma del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN), el mercado de la leche en México dejó de competir por calidad y nutrición, enfocándose solo en el precio. Los Feregrino y otros productores se vieron expuestos a una competencia desleal con grandes trasnacionales. Esa fue la gota que derramó el vaso.

Aún así, se entregaron por completo a su adicción a la innovación para consolidar el sueño de su padre. Apostaron por la investigación y el desarrollo; transformaron la compañía en una integradora de la cadena de valor de la industria lechera: Grupo Delicias.

Y esto ha tenido consecuencias. Grupo Delicias ha sido nominada varias veces al Premio Nacional de Tecnología e Innovación; en 2012, obtuvo el segundo lugar en los paneles de la revista Expansión para seleccionar a Los Emprendedores del Año. La Fundación México-Estados Unidos para la Ciencia la convocó a una incubación en el país vecino y en 2014, alcanzó el rango de emprendedor global Endeavor.

Entregados a esta adicción, los hermanos no ven ya otro panorama que no sea: innovar para crecer y seguir innovando.

Una afición productiva

La afición de los hermanos Feregrino les ha dado como resultado varias patentes internacionales y dos líneas de producción con calidad de exportación.

“Tenemos un proceso para el tratamiento de biomasa, del cual tenemos una patente y registros. Y está todo el desarrollo de productos de valor agregado, que también cuentan con patentes, registros y la autorización de Claims en el mercado, la cual pocas empresas han logrado conseguir”, explica Juan Carlos.

Estos procesos están por materializarse en dos plantas, ambas a punto de arrancar operaciones. En una se producirá alimento balanceado integral para el ganado y en la otra, se transformará la leche en alimentos bioactivos para el mercado premium de México y el extranjero.

Para Antonio Feregrino esto es una señal de que la compañía atraviesa por “un proceso de globalización verdaderamente importante, que deberá contar con toda nuestra energía y todo el talento del equipo”, el cual, asegura, está integrado por personas de dentro y fuera de la empresa.

Partners in crime

Mantener una adicción requiere de cómplices y los Feregrino han tenido varios. El primero y quizá el más importante de todos ha sido Endeavor. La aceleradora es en gran medida responsable de la reingeniería que llevó a la corporación a donde está ahora.

“Ha sido una parte fundamental de la integración de la cadena de valor de Grupo Delicias desde el punto de vista del proceso productivo, que es no perder el foco. Endeavor nos ha ayudado a enfocar cada una de las áreas. Nos acercaron a los mentores que tenemos hoy, que son de nivel global, con un enfoque impresionante de mercado, de escalabilidad y, lo más importante, nos han dado la confianza para creer en nosotros y saber que nuestro potencial y capacidades pueden llegar a tener un impacto no solo en México y no solo en la salud de los mexicanos, sino en los mercados internacionales”, reflexiona Antonio.

Juan Carlos describe la experiencia con Endeavor como una aventura. De la mano de los mentores y a través de los paneles, Grupo Delicias pasó del “es imposible, no creo que lo vayas a lograr” a “lo que estás haciendo es muy interesante, puede tener un gran impacto, creo en ti”, pronunciado nada menos que por la directora de Turkish Airlines.

La Secretaría de Economía –la cual cataloga a la compañía como caso de éxito–, el Instituto Nacional del Emprendedor, Conacyt, centros de investigación y universidades aliadas alrededor del mundo, así como empresas con las que trabajó por outsourcing, completan el cuadro de cómplices.

“El Instituto Nacional del Emprendedor, los programas de Conacyt en la Secretaría de Economía, en la propia SAGARPA, son programas federales que realmente están ayudando a los emprendedores a lograr sus metas”, considera Antonio.

¿Y el futuro?

Los Feregrino se niegan a rehabilitarse. De hecho, no hace falta que lo digan con todas sus letras; para saberlo basta conocer el panorama que Juan Carlos avizora para él, su hermano y su compañía.

“Hemos desarrollado una especie de adicción por innovar y desarrollar. Siempre nos estamos poniendo nuevas metas para crear nuevos productos, nuevos negocios. Entonces, el futuro de Grupo Delicias es seguir creciendo, innovando, para atender a nuestro mercado y a nuestra industria”.

Salir de la versión móvil