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GIA Evolution: Nutrición inteligente de Aguascalientes al mundo

Hace más de 30 años, Edgar Arroyo, un emprendedor originario del municipio de Pabellón de Arteaga gestó lo que, sin imaginarse, se convertiría en una de las compañías más especializadas a nivel nacional e internacional en investigación farmacéutica y nutracéutica, así como en alimentación funcional: Grupo Industrial Aguascalientes (GIA).

La empresa, fundada formalmente en los años 90, nació bajo la inspiración de aportar al desarrollo de familias que, como aquellas que su fundador conoció en el lugar que lo vio crecer, atravesaban por múltiples carencias. Una de las más notorias, el hambre y los problemas de salud.

Acabando su carrera, Edgar, quien es ingeniero bioquímico por el Instituto Tecnológico de Monterrey, emprendió un viaje a Frankfurt, Alemania, como parte de una iniciativa llamada “Proyecto Rotterdam”, donde en conjunto con otros jóvenes recién egresados, fue retado a construir soluciones que atendieran las enfermedades del futuro.

Al concluir su ciclo en Alemania, volvió a México para trasladar su aprendizaje a un laboratorio privado propio en un poblado al norte de Jesús María, Aguascalientes, donde hizo sus pininos en lo que, años más tarde, se convertiría en una empresa en la que hoy trabajan más de 135 personas de manera directa, cuenta con una red de más de 100 mil familias beneficiadas y tiene presencia en cinco países.

El centro de la Nutrición Inteligente

Mientras Aguascalientes vivía el boom automotriz de los 90 y con ello muchas empresas se orientaban por atender al sector, GIA vio una oportunidad en la industria farmacéutica de la mano con las facilidades comerciales que Estados Unidos ofrecía a México en tiempos clave para la consolidación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

De esta manera, gracias a sus métodos de investigación y tecnología, en sólo cuatro años logró adquirir tres de las cinco principales empresas farmacéuticas en el mundo como sus clientes. Esto marcó su despegue en el desarrollo de proyectos de investigación, generando varias patentes y productos con numerosos beneficios para la salud de las personas.

Además del sector farmacéutico, GIA incursionó en el ramo alimentario bajo el modelo copacking -referente a la externalización de un servicio o subproducto-, atendiendo a compañías del tamaño de Quaker, Gamesa y Pepsico para la producción de insumos con valor nutricional agregado:

«Podemos hacer productos desde líquidos hasta polvos gracias a nuestra área de investigación en farmacéutica y nutracéutica. Si empresas de este tipo nos piden una solución, por ejemplo para diabéticos, nosotros diseñamos los componentes para que ese insumo aporte los valores que requieren», explica Arroyo.

Así, la fábrica de GIA ha desarrollado más de 130 productos. Desde harinas y avenas integrales sin azúcar ni gluten hasta empaques e incluso insumos y dispositivos médicos. Sin embargo, el último año fue el que marcó un parteaguas para su posicionamiento, pues Edgar Arroyo tomó la decisión de encargarse del área de investigación e incorporar a su equipo a dos grandes talentos directivos que marcaron un repunte pronunciado en la compañía.

Dualidad de pensamientos: La fórmula maestra

De todas las fórmulas que había desarrollado GIA, su “solución maestra” fue la de hacer sinergia con dos cerebros que transformaron la visión de la compañía y la convirtieron en una marca propia: GIA Evolution. José Andrés Arroyo Aceves y Dulce Salazar Martínez arribaron a la compañía para inyectarle vitalidad y llevarla al siguiente paso.

Andrés, un visionario de 25 años egresado de la Universidad de Texas en Administración y Economía, potencializó la apuesta de la firma por el mercado americano de la mano con una oportunidad coyuntural: el conflicto comercial entre Estados Unidos y China, el cual, refiere, ha llevado las tendencias de consumo de la región hacia productos auténticamente norteamericanos:

«Queremos llevar productos hispanos a Estados Unidos y Canadá. La gente ya no quiere consumir productos chinos, por lo que hay una gran oportunidad económica para México que muchas veces no se aprovecha y en GIA estamos capitalizando», explica Arroyo Aceves, quien ahora se desempeña como director general de GIA Evolution.

Por su parte, Dulce, una joven con amplia trayectoria en el sector público y en compañías transnacionales, además de ser experta en rescatar negocios de la crisis, profesionalizó la estructura administrativa de GIA logrando en primera instancia sanar sus finanzas; y posteriormente, exponenciando su visión humanista al implementar nuevas políticas de apoyo a sus colaboradores y a las comunidades más vulnerables:

«Somos una nueva cara de empresarios que logramos un impacto en lo social y en lo económico […] Queremos demostrar que incluso en momentos como hoy nuestra función siempre será ayudar a quienes viven de mayor manera la crisis», señala la ahora socia y directora administrativa de GIA Evolution.

Parte de esta transformación llevó a la compañía a reinventar sus productos, trasladando la nutrición funcional a un concepto amigable con las familias mexicanas denominado GIA Nutriology. En esta división, la compañía comenzó a desarrollar alimentos que, a través de un buen sabor, conjuntan los nutrientes necesarios para niñas y niños, personas mayores de 65 años, quienes tengan algún padecimiento crónico o simplemente a la gente que disfruta de cuidarse:

“Son productos económicos al alcance de todos, que contribuyen al desarrollo físico y mental de las personas. Son de gran utilidad en las familias, pues permite que chicos y grandes tengan la cultura de que pueden alimentarse correctamente disfrutando de opciones con buen sabor como las nuestras”, explica Dulce Salazar.

En esta división de GIA Evolution destacan productos como GIA-NT Kids, una especie de helado en tubo con proteína hidrolizada, vitaminas, omega 3 y fruta natural; sus galletas Cookid, con chispas de chocolate, fibra y omega 3; su proteína en gel N-Jell; así como sus vegetales deshidratados “Veggie Kids”, una alternativa saludable a las golosinas tradicionales.

Además de esta división -que comprende alrededor de 30 diferentes productos-, GIA Evolution también tiene soluciones en suplementación, cuidado personal y cuidado del hogar. Todos sus productos se caracterizan por contar con proteínas de cadena corta, es decir, moléculas vivas que aceleran el metabolismo y lo vuelven más asertivo.

Protengia, hito patentado

Más allá de los cientos de productos que surgen desde los laboratorios de GIA, uno de los logros más importantes de la firma ha sido su constante sentido de innovación, con el cual hasta la fecha han desarrollado ya más de 76 proyectos de investigación, 16 patentes en proceso y una patente biotecnológica autorizada.

Esta última es denominada Protengia, un macronutriente desarrollado con base en un complejo de aminoácidos que nutren las células y puede ser consumido de manera directa o a través de los productos de la marca. Su estabilidad a altas y bajas temperaturas permite incorporarlo a estos alimentos generando una fortificación importante en el sistema inmune:

“Nuestros productos permiten fortalecer músculos, neuronas y todo el sistema inmune, dando soporte a personas mayores que necesitan proteínas, jóvenes que quieren aumentar sus músculos o niños que requieren de más nutrientes para desarrollarse. No se trata sólo de suplementación sino del aprovechamiento de una molécula que tendrá un efecto único en una persona con ciertas características”, explica José Andrés Arroyo.

Una puerta abierta para la cooperación

Si algo ha dejado la emergencia sanitaria ha sido una valiosa mina de oro para las empresas que forman parte de la cadena química biológica y de la industria farmacéutica. Un reporte realizado por Oxford Business Group muestra que México es el octavo país exportador de dispositivos médicos en el mundo y es la fuente principal de éstos hacia los Estados Unidos, que importa alrededor del 33% de sus suministros.

En ese sentido, el panorama de la pandemia pone al país en una posición privilegiada para aumentar su cuota de mercado en los Estados Unidos. Sin embargo, no todas las empresas han sabido capitalizarlo, pero las que sí, como GIA Evolution, han conseguido un crecimiento sin referentes en
su mercado:

“La pandemia no nos ha detenido. Hemos crecido de manera brutal, con un avance superior al seis mil por ciento sobre el año previo […] Nuestras certificaciones de calidad nos avalan con la FDA (Food and Drug Administration) y esto nos ha permitido cubrir un mercado cada vez más creciente. Tan sólo en gel antibacterial producimos entre 15 y 20 millones de unidades mensuales”, resalta Edgar Arroyo.

De tal forma, GIA Evolution ha sido de las pocas empresas en Aguascalientes -y en gran parte del país- en incrementar su plantilla hasta 25% en los últimos meses. Aunado a esto, como parte del crecimiento en el consumo del retail americano, ha creado líneas de negocio en la pandemia con cadenas americanas como Family Dollar y Dollar Tree, sumando a empresas hidrocálidas a sus cadenas de proveeduría:

“Tenemos un área de desarrollo de proveedores en la que impulsamos a empresas locales a que den el salto a nuevas demandas internacionales. Muchas veces les cuesta trabajo por los elevados volúmenes de producción, pero la gran mayoría se adapta […] Si bien puede resultarnos más costoso, a la vez es más rentable tener proveedores cerca, pues nos da un mayor margen de maniobra”, reflexiona Andrés Arroyo.

El compromiso de GIA con el desarrollo del estado no es nada nuevo, pues a través de sus programas sociales ha incentivado el apoyo a comunidades desfavorecidas. Entre estos destacan iniciativas para ayudar a niños con cáncer, para capacitar y dotar de herramientas tecnológicas a las madres de familia para asegurar un ingreso con la venta de productos, así como para fomentar el emprendimiento en zonas donde es difícil crear un negocio:

“Nos basamos en un concepto similar al de cadenas como HEB, apoyando las comunidades locales, generando un sentido de pertenencia mayor. A la fecha hemos dotado de alimentos y de oportunidades laborales a comunidades como Gracias a Dios, Tapias Viejas y Venaderos bajo un enfoque que no busca ser asistencialista, sino asertivo. No es darles de comer sino enseñarlos a pescar”, refieren los directivos.

A la conquista del mercado nostálgico

Gran parte de la visión de GIA Evolution se enfoca en ser una empresa mexicana que impulsa a otras empresas mexicanas. El equipo directivo integrado por Dulce, Andrés y Edgar ha trasladado esta filosofía a una apuesta por el mercado de la nostalgia, aquel en el que los paisanos mexicanos en territorio estadounidense anhelan consumir productos originarios de su país:

“Queremos que la economía se quede aquí. Tenemos ya el conocimiento del mercado americano y queremos llevar a más empresas hacia ese rumbo. Queremos hacer guacamoles, mieles y otros productos agroalimentarios con un valor agregado que les permita venderse a un ritmo acelerado en Norteamérica. Estamos abiertos a cualquier propuesta”, argumentan los directivos.

GIA Evolution ya se encuentra en conversaciones con una compañía nacional de gran tradición, con la que buscan detonar este mercado antes de culminar el año 2020. Mientras tanto, se concentra en seguir sumando al desarrollo del estado a través de su nueva imagen, la cual si bien incluye productos nuevos, también atraviesa por un rediseño en su concepto de atención al cliente.

Fidelidad y sentido de pertenencia con Aguascalientes

Durante el mes de julio, GIA Evolution inauguró su primera tienda conceptual en la nueva Plaza Aguascalientes Colosio, donde se sitúa el recién construido Chedraui Selecto. Pero el acontecimiento representa más que sólo una nueva tienda: significa la transformación de un concepto que busca ser amigable para las familias mexicanas, trasladando la filosofía GIA a cualquier hogar del país:

“Queremos evolucionar hacia algo que no hemos visto antes. Innovar no sólo nuestros productos, sino también la experiencia de adquirirlos. Hemos diseñado un concepto de tiendas distintas más atractivas; que no son sólo para los bodybuilders sino también para las madres de familia, los abuelos, los niños y toda la familia”, explica Edgar Arroyo.

En este lugar se encuentran más de 130 productos de alimentación funcional, cuidado personal, suplementos alimenticios y B-Care Home, además de su sistema GHS, un dispositivo que mide la actividad neurológica y el comportamiento de los vasos sanguíneos de una persona para generar una radiografía sobre lo que su organismo requiere para mantenerse en un estado pleno:

“A través de nuestras tiendas fomentamos nuestro compromiso con las familias para cuidarlas y mostrarles que aunque existan muchos riesgos biológicos como los virus, la fortaleza inmunológica es la mejor defensa con la que el ser humano cuenta”, explica Dulce Salazar.

De esta forma, la primera tienda conceptual de la marca fue fiel a la esencia de la compañía viendo en Aguascalientes el lugar piloto ideal para arrancar y replicarse a lo largo del mundo. El visionario equipo directivo de GIA proyecta que esto será realidad en poco tiempo, pues su fuerte presencia en naciones como Estados Unidos, Canadá, Venezuela y Puerto Rico les ha permitido demostrar que no existen fronteras para sus productos:

“En términos comerciales esa es nuestra visión: estar en todos los lugares del mundo. Nuestros socios recientes son los retailers más importantes del continente. En los próximos meses estaremos localizando nuevos sites de producción, nuevas marcas y productos que sigan siendo fieles a nuestra filosofía: generar una marca que no vaya detrás de ninguna otra”, sentencia el fundador de GIA.

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