Gestionar una empresa no tiene nada de nuevo. Desde el origen de estas organizaciones, se han implementado modelos y se han encargado a personas para llevar a cabo esta función. Sin embargo, el que haya existido desde siempre no quiere decir que la evolución tenga que estar limitada. A continuación, sabrás la importancia de la gestión empresarial en esta nueva era, y lo fundamental que es contar con un mánager que se encargue de ella.
Antes de entrar al rol del mánager, es importante definir lo que es la gestión empresarial. En términos sencillos se puede entender como la organización de la compañía, pero va más allá de eso.
La gestión empresarial es un conjunto de actividades que desempeña una persona para mantener en control a la compañía, con base en su cultura y objetivos. Busca crear estrategias que propicien el desarrollo, crecimiento y posicionamiento de la empresa en cuestión. Básicamente es el camino que toma una persona para adaptar y hacer triunfar a la organización dentro de su giro, de ahí la importancia de la persona que asuma esa responsabilidad.
Te decimos cuáles son las características de un buen mánager que llevará al éxito a una empresa al tener una gestión eficaz.
1. Se sabe adaptar
La principal característica que debe tener un buen mánager es su capacidad de adaptación. El ambiente siempre está cambiando, y las tecnologías nunca dejan de desarrollarse; por ello sobresale la importancia de que aquel que organiza la empresa sepa responder a las eventualidades y conozca el uso de las nuevas herramientas. Una compañía que va de la mano con la tecnología es una que jamás se estancará.
2. Tiene que ser ágil
En estos tiempos, los clientes necesitan respuestas más rápidas. Este mundo demanda inmediatez y, para una gestión empresarial positiva, hay que saber ser veloces.
Aquel que pueda optimizar el tiempo de los procesos y sus respuestas, podrá darle mejores productos o servicios a quienes los consumen; esto generará una fidelización casi automática. La gente se queda al ver qué tan rápido piensas en ellos.
3. Diferenciación de la competencia
La competencia crece a pasos agigantados. Cada vez hay más y más compañías lanzadas por personas que sueñan con el éxito empresarial. Ante una oferta mayor, la demanda será menor.
Aquí es donde el mánager debe saber distinguirse. Para ser exitosos hay que dar caras diferentes al resto, de nada servirá “ser uno más”. Lo ideal es ofrecer versiones frescas pero que cumplan con las necesidades de los clientes. Esto se puede lograr a través de análisis constantes del mercado y de la misma organización.
4. Buena comunicación con los colaboradores
El mánager que llevará la gestión empresarial a buen puerto no es un ente poderoso, debe saber que tiene un equipo por el cual responder y con el que puede contar. Es imprescindible que tenga una buena imagen y buena comunicación con este.
Si los colaboradores se sienten respaldados, sabrán que pueden expresar sus ideas y pensamientos, así el trabajo y procesos serán más eficientes.
5. Organización personal
Quien no tenga una buena organización individual no podrá llevar a cabo una gestión empresarial exitosa. Todo lo que somos a nivel humano, se traslada a las actividades que desempeñamos.
Es fundamental que el mánager tenga orden en sí mismo, de lo contrario no podrá desempeñar su actividad de la manera más óptima, puesto que ese “caos” interno puede interferir en sus ideas, tiempos, procesos y hasta energía. El mánager es la pieza que necesita más control dentro de la organización.
Esperamos que esas características te hayan servido para identificar al mejor mánager, ese que hará una correcta gestión empresarial.